"Tenemos alternativas tecnológicas, productores, tierras de cultivo, científicos y tecnólogos mexicanos, y la ley responsabilidad del Estado está de nuestra parte", expresa el texto.La ANEC se pregunta porqué se prohíbe el trigo transgénico para consumo humano en Estados Unidos, la Unión Europea, Japón, Corea del Sur y en el resto del mundo, y México en cambio pretende imponer su siembra y consumo.
El documento, emitido ayer, denuncia cómo el estado accede a presiones del proveedor global de tecnologías y productos agrícolas, Monsanto, de Estados Unidos, toda vez que el maíz constituye la fuente principal, por tradición, de millones de productores y sus familiares.
El llamado hace alusión a fuentes periodísticas, como el diario La Jornada, las cuales advierten que firmas de Corea del Sur suspendieron sus importaciones de trigo estadounidense, tras el hallazgo de una variedad no aprobada genéticamente modificada por Monsanto.
También menciona la cancelación por parte de Japón de cargamentos de trigo Western White y la advertencia de ls Unión Europea de que intensificará sus verificaciones.
Recuerda también los esfuerzos estadounidenses para contrarrestar la preocupación mundial tras conocerse que una variedad de trigo, desarrollada por la gigante biotecnológica Monsanto, había sido hallada en un campo en el estado de Oregón a fines del mes pasado.
Después de una alerta el mes pasado, un análisis de siembras de Estados Unidos comenzó a reunir evidencia de lo que llevaría a un anuncio que estremeció al mundo agrícola: trigo no aprobado para cultivo en ninguna parte del mundo, está siendo cultivado en Oregón, señala el documento de la ANEC.
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