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El escándalo en Francia por el caso Tapie cobró hoy una nueva dimensión tras conocerse la decisión del Estado de presentar un recurso contra el arbitraje irregular que benefició a un empresario en detrimento de una entidad estatal.

En 2008, bajo el gobierno de Nicolás Sarkozy, un tribunal privado dictaminó que el entonces banco público Crédit Lyonnais debía pagar una indemnización de 403 millones de dólares al hombre de negocios Bernard Tapie, amigo del presidente.

En estos momentos el Estado prepara un recurso de revisión de ese fallo, según lo anunció hoy el primer ministro francés, Jean Marc Ayrault, quien expresó su oposición a utilizar un arbitraje privado para resolver el contencioso

El caso está siendo investigado desde hace varios meses por la justicia francesa, que trata de determinar por qué se recurrió a un tribunal particular y no a la justicia ordinaria para dirimir un asunto cuando estaba en juego dinero público.

Hasta el momento hay tres inculpados por este hecho, ocurrido cuando el ministerio de Economía y Finanzas era encabezado por Christine Lagarde, ahora directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Entre los imputados se encuentra el actual presidente de la empresa de Telecomunicaciones Orange, Stéphane Richard, quien en ese entonces era el director del gabinete de Lagarde.

La propia directora del FMI fue interrogada por este caso y la justicia decidió en mayo pasado declararla como testigo asistido, un paso por debajo de la condición de acusada.

Los otros dos procesados son Pierre Estoup, uno de los jueces del tribunal de arbitraje, y Francois Rocchi, entonces presidente del consorcio encargado de administrar el pasivo del Crédit Lyonnais.