El fuerte terremoto de magnitud 7.2 que azotó el martes islas turísticas de Filipinas ha dejado al menos 93 muertos y extensos daños en infraestructura, dijeron funcionarios.


Edificios bajos se derrumbaron en al menos dos islas y algunas iglesias históricas se resquebrajaron y cayeron durante el sismo, que generó el pánico, cortó la electricidad y el transporte y forzó a que los hospitales evacuasen a los pacientes.

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Por lo menos 93 personas murieron el martes debido a un potente terremoto que estremeció al centro de Filipinas, y se teme que la cifra podría aumentar ya que los socorristas no han podido llegar a un hospital derrumbado.

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Cuatro puentes colapsaron y las rutas se resquebrajaron, mientras muchas quedaron inhabilitadas debido a deslizamientos de tierras, lo que llevó a las autoridades a declarar un estado de calamidad en la provincia, al igual que en Cebú.

La agencia de vulcanología filipina dijo que hubo al menos 300 réplicas tras el terremoto inicial, localizado a una profundidad de unos 56 kilómetros.

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Los hospitales desplazaron a los pacientes a lugares abiertos mientras las réplicas se sucedían en la ciudad de unos 870 mil habitantes.

Balido dijo que al menos ocho personas que hacían fila para recibir ayuda estatal en Cebú resultaron heridas en una estampida provocada por el terremoto.

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La aerolínea Cebu Pacific canceló vuelos a Cebú y Bohol por las réplicas y los daños en los aeropuertos. Los servicios de ferry también estaban suspendidos.

El secretario de transporte, Joseph Emilio Abaya, dijo a la radio filipina que partes del puerto de Tagbilaran en Bohol se habían hundido.