La tempestad dejó unos 220.000 hogares sin electricidad en Reino Unidos y 65.000 en el oeste y norte de Francia, además de afectar el transporte de terrestre y aéreo.

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Una tormenta con lluvias y vientos de hasta 160 km/h azotaba el lunes el Reino Unido y el norte de Francia, dejando daños materiales, importantes perturbaciones en los transportes y cortes de electricidad.

Una adolescente murió cuando un árbol cayó sobre la casa en la que dormía en Henver, al sur de Londres, indicó un portavoz de la policía de Kent a la AFP.

Un niño de 14 años seguía desaparecido en el Sussex (sur) tras haber sido arrastrado por la corriente el domingo por la tarde cuando nadaba en el mar con amigos.

La tormenta, bautizada como "San Judas" por el santo patrono de las causas perdidas, que tradicionalmente es recordado el 28 de octubre, ha dejado unos 220.000 hogares sin electricidad en Reino Unidos y 65.000 en el oeste y norte de Francia.

En Londres una grúa cayó sobre el techo de un inmueble del gobierno en la madrugada del lunes, un incidente que no dejó heridos pero que obligó al vice primer ministro, Nick Clegg, a postergar una conferencia de prensa.

Además de los daños materiales en vehículos y techos aplastados por árboles, la tormenta afectó principalmente a los transportes.

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La mayoría de los trenes que iban a la capital desde el sur y el oeste de Inglaterra fueron anulados el lunes por la mañana, hasta inspeccionar las vías y despejar los rieles.

Además, unos 130 vuelos -el 10% del tráfico del día- fueron anulados en el aeropuerto de Heathrow, mientras que varias líneas del metro de Londres tenían retrasos.

Varias rutas fueron cerradas en el suroeste debido a inundaciones y a árboles que bloqueaban el tráfico.

El organismo de previsión meteorológica Met Office multiplicó las alertas este fin de semana, y pidió a la población postergar sus salidas el lunes por la mañana.

Las autoridades querían evitar que se repitiera lo sucedido en 1987, cuando minimizaron el impacto de lo que fue la peor tormenta desde 1703, que dejó 18 muertos.

"La tormenta que estamos atravesando es poco habitual ya que no hemos tenido una de tal violencia en los últimos cinco años, pero no es excepcional", dijo el lunes Paul Davies, meteorólogo del Met Office.

Vientos de hasta 160 km/h fueron registrados en la isla de Wight (sur).

Francia

En Francia, donde la tormenta comenzó el domingo por la noche, los vientos alcanzaron hasta 139 km/h en el noroeste, según un responsable de Météo France.

Unos 65.000 hogares no tenían electricidad. El tráfico de transbordadores que unen a Francia y Reino Unido fue reanudado tras un cierre temporal debido a fuertes vientos.

"El tráfico fue abierto en lo que concierne al puerto de Dover [Reino Unido]. Las travesías se reanudan a lo largo de las costas francesas", declaró a la AFP una portavoz de la compañía P&O, de la que dos barcos que transportaban más de 450 personas se encontraron bloqueados durante varias horas frente a las costas inglesas, tras el cierre del puerto de Dover.

Según un primer balance, la tormenta (bautizada Christian en Francia), "de intensidad poco habitual" según Météo France, no dejó victimas en el territorio francés.

La tormenta seguirá su camino por la tarde hacia el este de Europa.