La norma establece un impuesto del 25 por ciento por la venta de esa sustancia y permite que cada persona cultive hasta seis plantas.
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© EFEBenjamin 'Chico' Suárez recoge hojas de una planta de marihuana en el dispensario « Medicine Man » en Denver.
Veinticinco ciudades y condados del estado de Colorado, en EE.UU, permiten, a partir de este 1 de enero, la venta legal y limitada de marihuana en cerca de 160 establecimientos, el primer lugar del mundo en hacerlo libremente para todos los mayores de 21 años.

La medida es el resultado de la Enmienda 64, aprobada por voto popular en noviembre de 2012 y que legalizó la posesión y uso de pequeñas cantidades de marihuana (hasta 28 gramos) para uso no médico entre mayores de 21 años, así como su producción y venta de acuerdo al nuevo marco legal.

La norma establece un impuesto del 25 por ciento por la venta de esa sustancia y permite que cada persona cultive hasta seis plantas, con un límite de 12 plantas por familia. Prohíbe, no obstante, el consumo de marihuana en lugares públicos.

En la actualidad, Colorado cuenta con unas 500 «farmacias de marihuana médica», de las cuales 160 podrían convertirse en «tiendas de marihuana recreativa», aunque se calcula que sólo unas pocas empezarán a hacerlo desde este mes de enero.

Aunque en Denver, la capital del estado, ya se puede comprar marihuana recreativa, otras importantes ciudades, como Aspen, Aurora y Boulder, han decidido no aplicar aún la norma, que establece restricciones a las personas sin permiso de conducir que quieran comprar marihuana.

Durante 2014 y 2015 serán sólo los dispensarios de marihuana medicinal los que podrán también vender la marihuana recreativa y, a partir de 2016, se concederán licencias a cualquier centro o comercio que cumpla con los requisitos establecidos en la ley.

La puesta en marcha de esta norma ha abierto un intenso debate en el país sobre las consecuencias que su aplicación podría acarrear en la sociedad de Colorado.

Para Michael Elliott, director de Medical Marijuana Industry Group (MMIG), la venta de marihuana recreativa no afectará a la salud de los jóvenes ni provocará más accidentes de tráfico o delincuencia sino que será beneficiosa «para la salud pública» porque propiciará que menos jóvenes consuman alcohol o se suiciden.

Por su parte, la Asociación Nacional de la Industria del Cannabis (NCIA), que este primer día del año inició lo que denominó la «primera venta mundial de marihuana recreativa y regulada para adultos» en un dispensario de Denver, impulsa la creación de «un ambiente social, económico y legal favorable para esa industria en Estados Unidos».

No todos comparten el optimismo de Elliott y Aldworth, como es el caso de Fidel Montoya, líder de una alianza religiosa multicultural de Denver y miembro de una coalición que se opuso de manera infructuosa a la aprobación de la norma.

«Creo que estamos abriendo unas puertas demasiado amplias al legalizar la marihuana», dijo a Efe Montoya, quien cree que «el dinero fácil compró a los funcionarios públicos», en alusión a los 4 millones de dólares en impuestos que se calcula que recibirán las arcas de Denver con la puesta en marcha de esta ley.