-¿Por qué parece que en ciertos países hay más psicópatas que en otros?
-No es cierto. Es un problema universal, igual en todas partes, solo que en algunos países se tolera más. Por ejemplo, en Sudán, matar se considera un comportamiento aceptable. Incluso en Estados Unidos, comportamientos que hace 15 años no se aceptaban, ahora sí. Comportamientos claramente psicopáticos y que aparecen continuamente en el cine y la televisión. Violencia, maldad, premeditación, sangre fría, falta de remordimientos...
-¿Es la falta de empatía el elemento clave de la psicopatía?
-Sí. La empatía es una característica humana y se puede representar en una curva. La mayoría estamos en el centro. Y ambos extremos son malos. Tampoco es buena demasiada empatía. La naturaleza nos ha dado la capacidad de conectar. Pero los psicópatas no tienen esa capacidad.
-¿Es cierto que son más inteligentes que el resto?
-Si hablan de medicina, parece que saben más que un médico, aunque el interlocutor sepa que no saben nada. Si van detrás de un político y le hacen una foto, ya dicen que son amigos. Parecen inteligentes, pero en realidad no son especialmente brillantes. Algunos sí, claro. Y cuando son inteligentes son más peligrosos.
-¿Están mezclados con nosotros, en el mundo real?
-Por supuesto. Y la mayoría de los psicópatas no son asesinos. Están en la política o en los negocios. Y si cometen un asesinato es, a lo mejor, porque te has puesto en su camino o porque sencillamente no les has caído bien. Están en todas partes. Son personas que saben controlar a los demás pero parecen muy buenos. Tienen carisma y son líderes. Carisma sin conciencia.
-¿Qué proporción de psicópatas hay entre la población?
-Cerca del 1%, según una estimación que hice hace diez años. Pero nuevos estudios demuestran que depende mucho de cómo se mida y de los criterios que se usen.
-Usted creó los test de psicopatía más utilizados...
-Sí. En dos versiones. La primera (PCLR) consta de veinte criterios y la segunda (PCL) mide doce. Es esta segunda herramienta, más sencilla, la que se más se utiliza. Los resultados se colocan en un diagrama con dos ejes. Uno de puntuación, entre 0 y 24, y otro de población. La mayoría de las personas tienen puntuaciones muy bajas, pero a partir de 18 puntos son psicópatas. Y, efectivamente, existe cerca de un 1% de la población con más de 18 puntos.
-¿Se puede ser amigo de un psicópata?
-Sí, pero no mucho. Hay personas a quienes les encantan los psicópatas. Porque son divertidos. Te van a engañar y a chupar la esencia, pero resultan atractivos, aún a costa de ese precio tan alto. Al final, cuando ya no les sirves, te dejan. Los psicópatas son esponjas emocionales y absorben todo lo que tengamos. Pero si exprimes una esponja, suelta todo lo que cogió. Ellos no. Si los aprietas, sólo saldrá polvo.
-¿Cómo influye ese 1% de psicópatas en el resto de la sociedad?
-Ese 1% puede tener impacto sobre millones de personas. Fíjese, por ejemplo, en los grandes escándalos financieros, con pérdidas para miles de personas. Detrás hay una mente psicópata. En los grandes negocios la psicopatía no es una excepción. ¿Qué tipo de persona cree usted que es capaz de robar a miles de inversores, de arruinarles aunque después se suiciden? Dirán que lo sienten, pero nunca devolverán el dinero. Es incluso peor que lo que hacen muchos asesinos.
-¿Y los políticos?
-La política y el póker son dos ocupaciones cuyas reglas obligan a mentir y engañar. Si los políticos fueran sinceros no serían elegidos. Muchos son mentirosos a secas. No tienen forzosamente que ser psicópatas. Pero la política es un medio fantástico para que se desarrollen, el mejor ambiente, el ideal. Igual que los negocios, que cambian con mucha rapidez. Ahí los psicópatas se desenvuelven como pez en el agua.
-¿Quiere decir que en círculos políticos y financieros hay más psicópatas que entre la población normal?
-Por supuesto que sí. Docenas de políticos de alto nivel deberían claramente estar en la cárcel. Son psicópatas, pero no puedo decir nombres. Tengo impresiones, y muchas. Pero debería aplicarles mi test. Me gustaría estudiar a algunos más a fondo. Y eso complicaría mucho la vida de los políticos honrados.
-¿Cómo puede la sociedad defenderse?
-Es prácticamente imposible para la sociedad defenderse de eso. Porque son ellos los que, además, hacen las reglas, dictan los principios y gastan millones para explicar al mundo que lo que hacen es fantástico. No sé lo que podríamos hacer. Para esto las elecciones no sirven. La gran mayoría de las personas no funcionarían bien en estos puestos. Lo dejarían, no servirían. No quiero decir que todo el mundo en esas posiciones sea psicópata, pero sí digo que el porcentaje entre ellos es muy superior al 1% general. Y que con diez ejecutivos, o políticos psicópatas entre mil, ya sería suficiente. Un pequeño ejército de soldados puede ocupar un país entero.
-¿Qué hacer entonces?
-Lo mejor y lo único que se puede hacer es intentar comprender. Y la sociedad no lo entiende porque la psicopatía es diferente. No hay patrones, como pasa, por ejemplo, con la esquizofrenia. Pasan años antes de identificar a un psicópata.
-¿Se puede curar?
-No. No tenemos procedimiento alguno para curar porque no hay nada que curar. Es un comportamiento con anomalías neurológicas. Pero no hay pacientes que pidan ayuda, que sufran. El problema lo tienen los demás. Ellos están perfectos, y se sienten perfectos. Nunca podrán sentir empatía, ponerse en el lugar de otra persona, tener sentimientos hacia alguien. Ni siquiera por los seres más próximos, padres, hermanos, pareja, hijos... Los psicópatas no tienen emociones, y no es posible enseñárselas.
Comentarios del Lector
Gracias por los enlaces, Álvaro. Esos libros son una lectura realmente imprescindible en estos tiempos.
Licurgo, tu pregunta es muy propicia. Lamentablemente, el buen psicópata puede engañar hasta a los mejores profesionales. La diferencia está, creo yo, en que gran parte de la población conozca estos temas, y que compare notas, hable, busque respuestas. Muchas veces, el psicópata finge tan bien que es muy difícil para una persona sola identificarlo como tal. Pero por lo general, se le cae la máscara cuando uno busca HECHOS. ¿Cuáles son los resultados de sus acciones? ¿Son capaces de cambiar cuando han causado daño a alguien? ¿Muestran sus acciones que están arrepentidos? ¿Cómo se sienten las personas que lo ven a diario? Esas son preguntas importantes, ya que "por sus frutos los conocerás". Pero aun así, hace falta una red de personas que compartan estos conocimientos, y mucho tiempo de observación.
Con este conocimiento, podemos llegar a distinguir cuando un psicópata hace lo que describes: acusar a otros de lo que él mismo es.
En otras palabras, sigue leyendo y compartiendo aquí, y ojalá entre todos podamos hacer algo:-)
Aqui os dejo otro enlace relacionado con la psicopatía y las posiciones de poder:
http://ponerologia.blogspot.com/
¿Cómo puede hacer el lego, sin conocimientos de psicología, para identificar a un psicópata?
Porque, supongo, todo este conocimiento es inútil si no proporciona una herramienta práctica para que el ciudadano común aprenda a identificar la coartada ideológica del egoísta. De lo contrario se correría el riesgo de que el psicópata sea quien etiquete a otros como tales, y tuviera éxito en su prédica.
Saludos.