Una diferencia fundamental entre el modelo cosmológico estándar y el modelo del Universo eléctrico se encuentra en su punto de vista acerca de cómo el Universo fue construyéndose en el tiempo.

Galaxia de Andrómeda
© NASA/JPL-CaltechLa Galaxia de Andrómeda (M31) en ultravioleta e infrarrojo. UV: Galaxy Evolution Explorer; Infrared: Spitzer Space Telescope.
Según el modelo estándar, un tiempo después del Big Bang, el gas y las nubes de polvo se organizaban en estrellas y cúmulos estelares, entonces los agujeros negros se fusionaron en agujeros negros supermasivos. Los agujeros negros supermasivos son semillas que, por medio de la gravedad, van reuniendo y rodeándose de gas, polvo y de estrellas de todas las diversas formas y tamaños galácticos. También se cree que uos halos de materia oscura han desempeñado un papel en la organización gravitacional de las galaxias.

El modelo del Universo Eléctrico adopta un enfoque muy diferente. No ha habido Big Bang ni ningún acontecimiento de creación distintiva, y el Universo es como siempre ha sido: 99.999 % de plasma. Con el tiempo, el plasma cósmico se organiza en celdas, como suele hacer, separado por las diferencias de materia y las densidades de carga, delimitado por capas dobles. A lo largo de los límites entre celdas, los filamentos y las hojas se organizan en corrientes de Birkeland. El Universo se auto-organiza, debido a las propiedades electromagnéticas del plasma.

Como fue explicado por Peratt (1986), estos filamentos son muy eficientes para concentrar la materia y 'lavar' material de entorno circundante. Las galaxias se fueron formando a lo largo de los filamentos, y esto explica las cadenas de galaxias que parecen residir como las perlas de un collar. Las grandes masas de galaxias también se han ido formando a lo largo de los límites originales de estas celdas plasmáticas, que explica la gran escala de la "Gran Muralla" y de las grandes hojas de galaxias que se han observado.

En el modelo estándar, la dinámica de galaxias están impulsadas por la gravedad. Y donde existen perfiles de rotación que no pueden ser explicados por la materia visible, se invocan halos de materia oscura para apuntalar la gravedad. Bajo esta visión, los campos magnéticos galácticos son incidentales, y creen que se acumulan con el tiempo en pequeñas "semillas" magnéticas (de nuevo, de abajo arriba). El modelo estándar se siente muy cómodo hablando de campos magnéticos sin las concomitantes corrientes eléctricas.

En el modelo del universo eléctrico, la energía de rotación de las galaxias se deriva parcialmente de la gravedad (donde el núcleo presenta un cuerpo sólido dinámica rotacionnal), pero a su vez, de la corriente eléctrica que alimenta a las galaxias a través de "líneas de transmisión" eléctricas entre ellas. En esencia, las galaxias se comportan como un motor homopolar impulsado por la densidad de corriente variable que recibe. Los campos magnéticos galácticos son generados por corrientes eléctricas que son inherentes a su formación y su dinámica en curso. No habría galaxias sin campos magnéticos coherentes que abarcan toda su estructura.

Vale la pena unas pocas palabras para resumir algo muy importante en el trabajo seminal del estudio de Anthony Peratt mencionado anteriormente. En su estudio, Peratt llevó a cabo simulaciones por ordenador de partículas en-celdas de las interacciones de la corriente de Birkeland. Los resultados ilustran cómo la dinámica del plasma conduce a estructuras galácticas que evolucionan desde las galaxias de doble radio a radioquásares, a galaxias elípticas y a galaxias espirales. Este estudio está lleno de conocimiento. Hay trabajos que se pueden leer una y otra vez, y continuamente encontrar nuevas perlas de conocimiento, éste es uno de tales.

Tal como las simulaciones de Peratt revelaron, una galaxia evoluciona a medida que dos o más corrientes de Birkeland se mueven juntas, con una fuerza de atracción proporcional a la inversa de su distancia lineal (téngase en cuenta que no es la ley del cuadrado inverso). En observaciones astronómicas, las dos corrientes de Birkeland se detectan como "lóbulos de radio", debido a la radiación de sincrotrón.

Conforme los dos pinzados filamentos Birkeland se acercan uno al otro, el plasma intergaláctico queda atrapado, formando un núcleo elíptico en el centro geométrico entre los dos filamentos, lo que más tarde se conviertirá en el núcleo de la galaxia. Los campos magnéticos entre los filamentos se condensan y agregan la intervención del plasma, elevando sus energías internas. El núcleo elíptico en este punto es análogo a un cuasar de radio.

Los dos filamentos Birkeland (también concentran la materia dentro de su volumen magnéticamente pellizcado) se retuercen sobre el otro, cambiando la morfología del núcleo de plasma (aplanamiento de la elipse) y, finalmente, desarrollan brazos de arrastre como una corriente eléctrica, axial a los brazos, que fluye hacia el núcleo de la galaxia. En este punto, los dos filamentos de Birkeland se fusionan con el núcleo. Así que, el núcleo de una galaxia se deriva del plasma intergaláctico que quedó atrapado entre los dos o más filamentos de Birkeland, y los brazos de la espiral se derivan sobre todo de los propios pellizcados filamentos de Birkeland.

La rotación de los filamentos Birkeland impulsan el inicial momentum rotacional a la estructura de plasma de las galaxias. A medida que la estructura de plasma cargado gira, surge un campo magnético concomitante con la típica firma de una "dínamo".

La corriente sigue funcionando, a través de la galaxia, a lo largo de su plano ecuatorial, como parte de un circuito intergaláctico mayor. Esta corriente, a medida que pasa a través del campo magnético mencionado anteriormente, conduciendo la energía de rotación más lejos conforme la galaxia responde como un motor homopolar. Esto es lo que impulsa esas velocidades de rotación "anómalas", observadas en las partes externas de las galaxias.

La galaxia es también un generador homopolar, con un plasma conductor en el disco galáctico barriendo a través del mismo campo magnético. Así se establecen corrientes axiales que atraviesan el eje galáctico y se extienden hacia el exterior en un bucle de vuelta por el plano ecuatorial. Estas corrientes axiales se extienden a las dobles capas sobre los polos galácticos. Y estas dobles capas polares aceleran las partículas cargadas hacia altas energías, dando como resultado unos "chorros" por encima y por debajo de la galaxia.

Como resultado del discurrir de la corriente intergaláctica en el plano ecuatorial surgen otros campos magnéticos en la galaxia. La corriente va discurriendo radialmente a lo largo del plano ecuatorial creando campos magnéticos locales que aprisionan el plasma en los filamentos Birkeland. Esto conlleva a la definición de los brazos espirales. Más filamentación y mayor densidad de energía de las corrientes van formando estrellas en los brazos espirales.

Considerando tan diferentes diferentes puntos de vista, una agregación gravitatoria de abajo-arriba frente a la de arriba-abajo de una organización electromagnética, las observaciones de las galaxias que nos rodean deberian dejarnos decidir sobre la validez de un modelo frente al otro. Después de todo, las galaxias que observamos llevan consigo las marcas de su historia y de las fuerzas que las impulsan.

Da la casualidad que, dos de nuestros más cercanos vecinos galácticos, la M31 (Andrómeda) y la M33 (Triángulo), están muy bien estudiadas debido a su proximidad. Esto las propone como excelentes candidatos para comparar la capacidad explicativa de cada modelo.

Hay algunos atributos interesantes a estas dos galaxias que vale la pena discutir, teniendo en cuenta los modelos mencionados anteriormente:
  1. Tanto la M31 como la M33 tienen campos magnéticos similares en fuerza, pero son cualitativamente diferentes en su morfología.
  2. La M31 tiene un anillo magnético distinto y muy coherente de unos 33.000 años luz de radio.
  3. La M33 tiene un campo magnético más irregular, donde la fuerza de su campo parece trazar los brazos espirales.
  4. Se dice que la M33 carece de un agujero negro super masivo en su núcleo (es decir, la velocidad de rotación disminuye cuanto más cerca del núcleo galáctico).
Examinando estos resultados, así como recurriendo a las simulaciones de Peratt, junto con un trabajo similar en el modelo estándar, se pondría a prueba ambos modelos. Es importante que los modelos teóricos sean cuestionados, ya que en última instancia, esto mejorará su marco explicativo.

Sin embargo, la validez de un modelo a menudo depende de si este tipo de desafíos alteran el modelo en sus detalles o si el problema socava sus supuestos fundamentales. Obviamente, lo primero permite la mejora, mientras que lo segundo debería inspirar un cambio más fundamental en las creencias.

Artículo original: "A New Look at Near Neighbors - Part One"

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