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Adel El Zabayar
El racismo, y el chovinismo, elementos extremos y propiciadores y responsables de grandes masacres. El sionismo sostenía que los judíos eran, primordialmente, un grupo nacional (como los polacos o los alemanes) y no un grupo religioso (como los musulmanes o los católicos) y que, como tal, tenía derecho a crear su propio Estado en el supuesto territorio histórico. La siguiente tabla demuestra la variación histórica en lo poblacional, y durante los años como crecía la presencia Judía en territorio palestino:



Año judíos no judíos
1915 87 500 590 000
1931 174 000 837 000
1947 630 000 1 310 000


Allí se observa claramente el aumento poblacional judío desde comienzos del siglo 20 hasta medianos del siglo, contando para ello con el apoyo Británico para tal fin.

Sin embargo ese aumento poblacional se debió a un plan escalofriante, permitiéndoles a los sionistas lograr consolidarse frente a sus opositores judíos, principalmente los pertenecientes al partido socialista alemán y el partido comunista, y en su mayoría consideraban el sionismo como un peligro para el futuro de la comunidad, con un carácter racista muy similar a los Nazis.
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© Desconocido
Necesario resaltar el destacado rol de judíos en la ciencia, la cultura, y participación masiva de figuras progresistas que irritaban al Sionismo por su influencia determinante y liderazgo dentro la comunidad judía, como lo fueron:

Karl Heinrich Marx, conocido también en español como Carlos Marx (Reino de Prusia, 5 de mayo de 1818 - Londres, Reino Unido, 14 de marzo de 1883), fue un filósofo, intelectual y militante comunista alemán de origen judío. En su vasta e influyente obra, incursionó en los campos de la filosofía, la historia, la ciencia política, la sociología y la economía; aunque no limitó su trabajo solamente al área intelectual, pues además incursionó en el campo del periodismo y la política, proponiendo en su pensamiento la unión de la teoría y la práctica. Es el padre del socialismo científico, del comunismo moderno, del marxismo y del materialismo dialéctico. Sus escritos más conocidos son el Manifiesto del Partido Comunista y El Capital.

Albert Einstein (14 de marzo de 1879 - Princeton, Estados Unidos, 18 de abril de 1955) fue un físico alemán de origen judío, nacionalizado después suizo y estadounidense. Es considerado como el científico más importante del siglo XX. Manuel Alfonseca cuantifica la importancia de 1000 científicos de todos los tiempos y, en una escala de 1 a 8, Einstein y Freud son los únicos del siglo XX en alcanzar la máxima puntuación asimismo califica a Einstein como «el científico más popular y conocido del siglo XX»

Lev Davídovich Bronstein (Yánovka, Ucrania, 7 de noviembre de 1879 Coyoacán, México, 21 de agosto de 1940), más conocido como León Trotski fue un político y revolucionario ruso de origen judío.

Rose Luxemburg en alemán o Róża Luksemburg en polaco, más conocida por su nombre castellanizado Rosa Luxemburgo (Zamosc, Imperio ruso, 5 de marzo de 1871 - Berlín, Alemania, 15 de enero de 1919), fue una teórica marxista de origen judío.

Karl Paul August Friedrich Liebknecht1 (Leipzig, Reino de Sajonia, 13 de agosto de 1871 - Berlín, República de Weimar, 15 de enero de 1919) fue un político socialista alemán de origen judío, cofundador con Rosa Luxemburgo de la Liga Espartaquista y del Partido Comunista de Alemania.

Otto Kirchheimer (Heilbronn, 11 de noviembre de 1905 - Nueva York, 22 de noviembre de 1965) fue un jurista y politólogo alemán de ascendencia judía. Participó de la Escuela de Frankfurt con trabajos sobre el Estado y los Partidos políticos.

Max Horkheimer (14 de Febrero de 1895 - 7 de Julio de 1973 fue un filósofo y sociólogo alemán. Sus obras más importantes incluyen: El eclipse de la razón (1947) y, en colaboración con Theodor Adorno, Dialéctica de la Ilustración (1947). A través de la Escuela de Frankfurt, Horkheimer colaboró y llevó a cabo otros trabajos significativos. Origen judío.

Theodor Ludwig Wiesengrund Adorno (11 de septiembre de 1903, Fráncfort, Alemania - 6 de agosto de 1969, Viège, Valais, Suiza) fue un filósofo alemán que también escribió sobre sociología, comunicología, psicología y musicología. Se le considera uno de los máximos representantes de la Escuela de Fráncfort y de la teoría crítica de inspiración marxista. Origen judío.

A todos ellos se suman miles de artistas, poetas, escritores, y una larga lista de activistas políticos y abogados, científicos, médicos, dirigentes de la clase obrera, campesinos, y periodistas.

En honor a todos estos valores de la historia que algunos contribuyeron con la humanidad, y en su gran mayoría fueron perseguidos por los movimientos reaccionarios, y el sionismo nunca fue ajeno a esas persecuciones.

El siguiente estudio, fue recogido en referencia al libro cuyo autor judío norteamericano, denuncia la explotación interesada del holocausto con fines políticos y económicos por parte de varias organizaciones sionistas:

La Industria del Holocausto o cómo el sionismo explota el recuerdo nazi

Una mayoría ignora que el holocausto es la base de la financiación de Israel y, por tanto, del conflicto que aqueja Oriente Medio.

Muy famosa la Medalla Nazi Sionista acuñada por orden de Goebbels en 1933, para conmemorar la expedición Nazi-Sionista a Palestina. Un nuevo dato que hace preciso investigar a fondo las oscuras conexiones entre sionismo y III Reich.

El holocausto es definido como un suceso único e irrepetible, sin parangón en la historia y que por ello ha de ser recordado de manera única para evitar que suceda de nuevo.

En principio, las organizaciones que representan familiares de las víctimas de la supuesta matanza, recibieron hasta el año 2000, en concepto de indemnización por parte del gobierno alemán, 60.000 millones de dólares. La realidad es que organizaciones como el Congreso Judío Americano, la logia masónica Bi'nai Brith y la Conferencia sobre Solicitudes Materiales Judías contra Alemania se han ocupado de gestionar ese dinero.

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El estado alemán regala abundante material militar a Israel que, complementado con las ingentes sumas que le regala EE.UU., constituyen gran parte de la riqueza israelí, basada en la extorsión y la especulación sobre un hecho histórico que diversos estudiosos, algunos encarcelados por ello, ponen en duda. Entre ellos hay también judíos, como el norteamericano Norman Finkelstein, autor de La industria del holocausto.

Este libro aclara, con todo lujo de citas, documentos y declaraciones, cómo los judíos sionistas vienen extorsionando a los alemanes desde 1952 obteniendo fondos así para armarse. La madre del autor del libro, Norman Finkelstein, que sobrevivió al gueto de Varsovia, sólo recibió 3.500 dólares, mientras que, como reconoce el propio autor, muchas personas que jamás habían estado encerrados en los campos, recibieron cientos de miles de dólares.

En una comparecencia parlamentaria de 23 de febrero del 2000, el Gobierno alemán reconoció que sólo alrededor del 15% del dinero entregado a la Conferencia de Solicitudes Materiales llegó a las víctimas realmente. ¿A dónde fue ese dinero? A través de las organizaciones citadas, acabó en el estado de Israel, que lo ha utilizado para armarse hasta los dientes y convertirse en el ejército más potente de la zona. Así pues, el holocausto es el culpable de las bombas que diariamente matan a palestinos y libaneses.

En España, un ejemplo paradigmático: se demostró hace pocos años, que el presidente de la Asociación de Víctimas de Mauthausen, el español Enric Marco Batlló no vivió el holocausto. Un gran escándalo que se cerró con la boca pequeña, pese a que el citado Marco llegaba a llorar en muchos de los actos benéficos que organizaba. Desde su condición de judío, Finkelstein reconoce que el holocausto con mayúsculas como suceso histórico, único e irrepetible, empezó a gestarse a finales de los cincuenta-sesenta.

Hasta entonces, ni a los propios judíos les interesaba demasiado, y este hecho coincidió con la llegada de esos fondos. A ello contribuyeron tremendamente varios libros supuestamente autobiográficos, que se han demostrado falsos. Tanto The Painted Bird, del exiliado polaco Jerzy Korsinsky (un relato de las andanzas de un niño por la Polonia rural) como Fragments, de Binjamin Wilkomirsky, basado en el anterior, son inventados, con el agravante de que el segundo fue galardonado con diversos premios de literatura judía, ni siquiera es hebreo.

Finkelstein argumenta que el holocausto con mayúscula fue una construcción ideológica para fundamentar el apoyo de Estados Unidos a Israel y, de paso, acallar al resto del mundo.

El reputado escritor israelí, Boas Evron, afirma:
"la conciencia del holocausto es en realidad un adoctrinamiento propagandístico oficial, una producción masiva de consignas y falsas visiones del mundo, cuyo verdadero objetivo no es en absoluto la comprensión del pasado sino la manipulación del presente".
Esta manipulación se basa en su concepción de hecho irrepetible y sin parangón, a la manera de una religión mistérica.

Elie Wiesel afirma que el holocausto,"es imposible de comprender ni de describir, y nunca será comprendido ni transmitido".

Es de reseñar que la palabra holocausto aparece 219 veces en el Antiguo Testamento, y era el sacrificio "en principio de animales" que el pueblo judío realizaba a Jehová.

Esa singularidad del holocausto proporcionó al pueblo judío el estado de Israel pero ni siquiera existe unanimidad respecto a la existencia de ese pueblo.

El escritor judío Arthur Koestler refutó a mediados del siglo XX la existencia de un pueblo judío originario de Palestina al descubrir para el gran público el origen de los judíos askhenazis, que se establecieron en el Este de Europa (Alemania, Polonia, repúblicas bálticas, Rusia, Hungría, Ucrania, Georgia) y cuyo origen se remonta al pueblo khazar, original de la orilla del Mar Caspio, y que fue expulsado por las huestes de Gengis Khan.

En el siglo IX, teniendo que elegir entre el imperio islámico y el bizantino, su monarca decidió convertirse al judaísmo, arrastrando a su pueblo a esa religión. Esa es la explicación de que una gran parte de los israelitas tengan los ojos azules y la tez blanca, pues son de raza aria, como sus antecesores, los khazares.

Este mismo argumento ha sido refrendado por el historiador israelí, Shlomo Sand, quien afirma:

"El pueblo judío es una invención" en su bestseller Cuándo y cómo se inventó el pueblo judío.

El holocausto ha dado al estado judío una coartada ante el resto de seres humanos, lo que, para Boas Evron,
"equivale a todas luces a cultivar deliberadamente la paranoia... Esta mentalidad perdona de antemano cualquier trato inhumano que se inflija a los no judíos, ya que la mitología dominante sostiene que todo el mundo colaboró con los nazis para destruir a la comunidad judía".
El penúltimo capítulo de esta película que tanto afecta a la realidad que vivimos es el asunto del oro judío en las cuentas de Suiza.

Un día, las organizaciones sionistas empezaron a hablar de que muchos judíos depositaron en bancos suizos su dinero y oro pero, a consecuencia de su desaparición, esas cuentas no fueron reclamadas por sus familiares.

Los sionistas (Elie Wiesel, Simon Wiesenthal y después, el Consejo de comunidades judías) se acercaron a los banqueros suizos y les dijeron que querían 20.000 millones de dólares, amenazándoles con una ola de demandas; no en vano el 40% de los despachos de abogados punteros de Nueva York, son judíos. [Curiosamente, Hitler no invadió Suiza, y eso que allí viven alemanes...].

Los banqueros suizos respondieron que lo máximo que podían hacer era realizar una auditoría y, después de soportar el acoso de los medios de comunicación mundiales, ofrecieron 600 millones, aunque el valor de las cuentas se situaba entre 170 y 269 millones de dólares.

Los sionistas les respondieron con argumentos pesados: los bancos norteamericanos controlados por judíos amenazaron con retirar sus fondos de pensiones de bancos suizos. Al final, después de varios años y 600 millones de dólares empleados para defenderse de la industria del holocausto, los banqueros convinieron en pagar 1.250 millones.

El acuerdo iba encaminado a reparar a tres grupos de personas: reclamantes de cuentas inactivas domiciliadas en Suiza, aquellos a los que este país había negado asilo y víctimas del régimen de trabajo esclavista.

Para justificar el dinero que reclamaban, las organizaciones sionistas aumentaron enormemente la cifra tradicional de supervivientes del holocausto (100.000) con lo que, de paso, desmontaban el mito de que nadie salía vivo de allí y ¡acercaban las cifras a lo que mantenían los negacionistas del exterminio judío! Así, a finales del año 2000, de acuerdo a las organizaciones judías, había el doble de supervivientes del holocausto que en 1945.

Cosas como éstas, son las que hicieron decir a la madre de Finkelstein:
"si todas las personas que dicen haber sobrevivido el holocausto, lo hicieron: ¿a quién mató Hitler?".
Otros de los datos que quizás llamarán la atención es que en EE.UU. existen siete grandes museos del holocausto (ninguno sobre los genocidios de indios o negros que, al fin y al cabo, son de allí) y más de cuatrocientas cátedras universitarias sobre el tema, aparte de que el día del holocausto se celebra en todos los estados.

Actualmente, son muchos los países que encarcelan a los investigadores del holocausto que no aceptan la versión oficial de los hechos. La razón, según el disidente Ernst Zundel es que "el holocausto es la espada y el escudo del estado de Israel".
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Con él se defiende (compra armas gracias a las reparaciones alemanas) y con él ataca a quien ponga en duda la legitimidad del estado de Israel y su acción en Palestina.

Yisroel Dovid Weiss Rabino y portavoz de Neturei Karta en Nueva York deja claro que «El Estado de Israel explota el Holocausto». Entrevistado en Nueva York por Noelia Sastre periodista del Periódico de Catalunya el 12/02/2007 nos revela interesantes elementos históricos que permiten entender aun más a fondo las características del Sionismo internacional, los invito analizar algunos extractos de esta extraordinaria entrevista.

"Sus abuelos murieron en Auschwitz. Él lleva en la solapa una bandera palestina con la frase Un judío, no un sionista escrita en hebreo, inglés y árabe. Debajo, una bandera israelí tachada. Son las únicas armas que el rabino Yisroel Dovid Weiss utiliza en cada manifestación antisionista. Su organización Neturei Karta (protectores de la ciudad, en arameo) trabaja en Londres, Nueva York y Jerusalén por el desmantelamiento pacífico del Estado de Israel. Denuncian la explotación del Holocausto y quieren tender un puente con el mundo árabe. Nadie puede cuestionar sus creencias: son la élite espiritual del judaísmo. Solo la Torá rige sus vidas.

Hemos visto su foto junto al presidente iraní en la conferencia sobre el Holocausto celebrada en Teherán en diciembre. ¿Por qué fueron?

R-Por tres razones. Para santificar el nombre de Dios que el sionismo está profanando, para aclarar las diferencias entre el judaísmo y el Estado de Israel, y para demostrar que Israel explota el Holocausto para justificar su existencia.

¿Cuándo decidió unirse a la causa antisionista?

R-Crecí sabiendo que el sionismo es todo lo contrario de nuestras creencias. Theodor Herzl creó el sionismo en 1896 con el único fin de transformar la religión judía en una nación. Primero pensaron en Uganda, pero decidieron ir a Palestina para atraer a más judíos. Llevamos 2.000 años de éxodo y solo acabará cuando Dios lo decida, sin intervención humana. Entonces, todas las naciones serviremos a Dios en armonía. Los sionistas transformaron ese concepto y tomaron la tierra por la fuerza. Dios prohíbe intentar acabar el exilio de forma prematura. Si lo hacemos será una catástrofe. Por eso las conversaciones de paz no han funcionado. Qué ridículo es concentrar a los judíos en un área rodeada de misiles nucleares. Es un movimiento político estúpido y defectuoso.

¿Por qué muchos judíos se quedaron en Israel después de 1948?

R-El 95% de los judíos a principios del siglo XX eran anti-sionistas. Vivían en armonía con árabes y cristianos. En 1948 hubo una división entre las comunidades religiosas: algunos siguieron en contra de Israel, otros pensaron que debían tener una representación en el Estado. Pero muchos de los que votan y reciben fondos estatales no envían a sus hijos al Ejército porque no quieren morir por una causa en la que no creen. Celebrarían igual que nosotros el fin pacífico del Estado israelí.

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© WikipediaYisroel Dovid Weiss. Pancarta: "Los auténticos rabinos siempre se han opuesto al sionismo y al Estado de Israel"
¿Y tampoco cree que estas comunidades odien a los palestinos?

R-Podría haber alguna animosidad por culpa del Estado de Israel, que repite constantemente que los árabes quieren matar a los judíos.

De modo que el sionismo es el culpable del interminable conflicto en Oriente Medio.

R-¡Por supuesto! No es un conflicto religioso. Es un conflicto político. El sionismo ha deformado la historia.

¿Cuál ha sido el menos malo de los políticos israelís?

R-No puedo contestar eso, porque sería como decir quién fue el menos malo de los nazis durante el Holocausto. El mero hecho de la existencia del Estado de Israel es un holocausto espiritual para los judíos.

¿Sufre amenazas por su trabajo?

R-Amenazas de muerte, ventanas rotas... Lo más irónico es que los sionistas llaman salvajes a los musulmanes, pero son ellos quienes amenazan. Incluso han dicho que nos alegramos cuando los terroristas suicidas matan a judíos en Israel. Pero no es nuevo para nosotros. El sionismo usa su dinero para ridiculizarnos. Su bandera con la estrella de David es falsa. Nos han robado los símbolos.

¿Qué sienten cuando un árabe hace estallar un autobús israelí?

R-No hay palabras para describir ese dolor, pero las bombas no acabarán hasta que no desaparezca Israel.

También le llaman traidor por negar el Holocausto.

R-Crecí en Brooklyn rodeado de supervivientes de los campos de concentración. El Holocausto está en nuestra sangre.

¿Qué opina de los países europeos que quieren penalizar la negación del Holocausto?

R-Agradecemos a las naciones que simpatizan con el pueblo judío, pero el sionismo manipula el Holocausto y los confunde diciendo que en Europa hay antisemitismo, cuando es antisionismo. Mis abuelos murieron en Auschwitz, pero no puedo rebelarme contra Dios como hace el Estado de Israel".

El más reciente caso impactante de las operaciones israelitas, y orientados por el Sionismo internacional se presenta en Argentina. Todos recordamos las permanentes acusaciones por parte del Sionismo internacional y el estado de Israel, y sus constantes afirmaciones que Irán estaría detrás de ese atentado, y no faltaron los argumentos y chantajes de antisemitismo utilizadas como es de costumbre por esta mafia mundial.

A medida que el Gobierno Argentino profundizaba en las investigaciones con toda la colaboración del gobierno iraní requerida, esto silenciaba y preocupaba cada vez más al gobierno israelí, para el gobierno argentino, el estado de Israel ocultaba algo extraordinario sobre el caso, algunos aseguran que fue una operación más de las acostumbradas por el sionismo para acabar, o silenciar a los opositores del sionismo dentro de la comunidad judía, he aquí la revelación de Itzhak Aviran ex-embajador de Israel en Argentina al decir: " matamos a quienes atentaron contra AMIA en Argentina" nuestro país mató a quienes atentaron contra la asociación judía en Buenos Aires, causando 85 muertes e hiriendo a cientos en 1994. Es decir que para el gobierno israelí es un caso cerrado, algo que enfureció al gobierno argentino solicitando toda la información al Estado de Israel, quien hasta los actuales momentos se ha negado a colaborar y suministrar.

No podemos permitir que estos bandidos sionistas, apoyados por grandes organismos financieros y culpables de armar las grandes guerras, sigan utilizando el Holocausto siendo ellos, los verdaderos propiciadores de una gran operación de limpieza de la raza según los argumentos y datos contundentes que evidencian, vínculos muy estrecho por parte de la extrema derecha encabezados por el sionismo con la Alemania Nazi, incluso dentro de los registros de los asesinados por Hitler no aparecen dirigentes del sionismo.

Para el sionismo, todo aquel progresista, en especial los judíos pertenecientes a partidos de izquierda, es una contaminación de la raza, y pone en peligro sus proyectos a futuro y debe ser tratada.

Por esta razón, y en honor a todos aquellos caídos en el Holocausto, no podemos permitir que en las conmemoraciones del Holocausto los sionistas representados en distintas organizaciones como las asociaciones israelitas, pretendan presentarse como los dolientes, cuando en realidad son los verdaderos verdugos de esas víctimas, logrando varios objetivos, el más importante acabar con sus oponentes incluyendo sus familiares esposas e hijos porque según el sionismo, estos están contaminados con ideas no compatibles con el gran proyecto de crear un estado para los judíos, y en segundo lugar, permitió una presión extrema a los judíos a emigrar a Palestina en los años cuarenta y posterior. Incluso el sionismo sigue aprovechando el tema del Holocausto como referencia para aumentar su población en un estado creado, usurpando territorios no solo al pueblo palestino, sino a países fronterizos como Siria y el Líbano y con todo el apoyo de la maquinaria occidental.