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Movimientos telúricos se repiten en Chile en las últimas semanas, con una seguidilla de temblores que activó las alarmas ante un eventual tsunami en el norte del país.


Sin embargo, lo ocurrido ayer en norte de la nación sudamericana, un sismo de magnitud 6,5 grados en la escala de Richter con varias réplicas, provocó reacciones disímiles de los especialistas.

Sergio Barrientos, director del Departamento de Sismología de la Universidad de Chile, remarcó que el país andino es uno de los más proclives a terremotos en todo el mundo y lo ocurrido antes en el centro y en esta capital, confirman esa realidad.

Por mucho que se cree una situación de angustia, lo cierto es que Chile está abocado a movimientos telúricos, normales pudiera decirse como lo ocurrido en el centro, norte y Santiago recientemente, precisó.

Barrientos descartó que se trate de un "enjambre de sismos", ya que esta denominación se otorga cuando ocurren varios temblores de magnitudes prácticamente iguales.

"Estos temblores son regulares en Chile. Aproximadamente debe haber unos 10 temblores de magnitud 6 y unos 100 de magnitud 5 al año en el territorio nacional, así que uno puede esperar que ocurran de manera frecuente", apostilló.

Luego del enorme susto del sismo la víspera, especialmente en Arica, Iquique y Antofagasta, el Gobierno chileno levantó la alerta preventiva de tsunami. Afortunadamente no hubo víctimas ni daños materiales, dijo un alto funcionario.

La Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) y el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) informaron que no se dieron variaciones sustantivas respecto al comportamiento del mar.

En total, el fuerte temblor de tierra derivó en 12 réplicas y se sintió a las 18.17 hora local (21.17 GMT de este domingo), con su epicentro a 75 kilómetros al suroeste de la localidad de Pisagua y a 20,6 kilómetros de profundidad.

Aunque la Onemi fijó en 20 mil la cifra de evacuados, medios locales de prensa aseguraron que por lo menos 80 mil personas se alejaron con celeridad de las costas.

Por su parte, el geógrafo físico Marcelo Lagos, de la Universidad Católica, consideró que si bien es difícil vaticinar la incidencia de un tsunami, la gente del área sabe que el ciclo sísmico del norte de Chile está al límite.

El experto recalcó que sin pretender atemorizar a la población, las perspectivas de un sismo de 8,8 a 9 en la escala de Richter son enormes tomando en cuenta que desde 1878 no se registra un temblor de gran magnitud en esa zona.

Chile fue duramente golpeado por el terremoto del 27 de febrero del 2010, en la zona central y sur, con decenas de muertos, miles de damnificados y millones de dólares en pérdidas.