El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, admitió que a la República Islámica de Irán le tomaría solamente dos meses para producir suficiente material fisionable como para fabricar una bomba nuclear.

Mientras tanto, el Grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Gran Bretaña y Alemania) están reunidos con Irán en Viena para tratar de esbozar un acuerdo nuclear definitivo que detenga la actividad nuclear de Teherán a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales.

Kerry le dijo al Comité de Relaciones Exteriores del Senado norteamericano que Irán puede irrumpir hacia la bomba en dos meses; pero que el Grupo 5+1 está tratando de extender ese lapso a seis meses, o más.

"Pienso que es de público conocimiento hoy en día que estamos operando dentro de un período de tiempo de irrupción [hacia la bomba] de dos meses", aseveró Kerry.


Comentario: ¿De conocimiento público? Esto suena más bien a que Kerry está tratando de dejar contento a Israel a fin de aumentar la retórica bélica. Al menos que se haya equivocado de discurso, y que en lugar de leer el suyo, haya expresado las mentiras, perdón, palabras que le correspondían a Netanyahu.


El jefe de la diplomacia estadounidense apuntó, sin embargo, que aún hay una brecha entre tener a disponibilidad el material para una bomba y ser capaz de construirla y lanzarla.

Kerry insistió que Estados Unidos y otras potencias mundiales tienen una "asombrosa capacidad" para comprender que es lo que Irán está haciendo a través de las inspecciones.

Sin embargo, los analistas dicen que los esfuerzos por vigilar la militarización del programa nuclear iraní han sido menos exitosos; porque ésta puede ser fácilmente escondida hasta que se lleva a cabo la prueba nuclear.


Un funcionario norteamericano involucrado en las negociaciones afirmó que las partes podrían alcanzar un compromiso y comenzar delinear un borrador del pacto en el mes de mayo.

Según el acuerdo provisional, firmado en noviembre pasado - que entró en vigencia el 20 de enero -, Irán congeló el enriquecimiento de uranio por encima del cinco por ciento a cambio del alivio de las sanciones que estaban minando su economía.

Un acuerdo permanente incluiría recortar el número de centrifugadoras iraníes usadas para enriquecer uranio, cambiar el diseño del reactor de Arak - para que no puede producir el plutonio necesario para fabricar una bomba nuclear - y otorgar a los inspectores de la ONU una mayor capacidad para supervisar el programa nuclear iraní.