Testigos de la masacre del 9 de mayo en Mariúpol han denunciado que los soldados ucranianos dispararon contra civiles desarmados. Los vecinos de esta ciudad portuaria contaron a RT cómo han logrado sobrevivir.


Vladímir vio de primera mano cómo miembros de la Guardia Nacional, del Ejército y los francotiradores cercaban el cuartel de la Policía en el centro de Mariúpol. Más de un centenar de soldados armados no solo atacaron a quienes estaban dentro del edificio: "Los disparos se originaban desde un vehículo de combate de infantería, también de los francotiradores que estaban armados con ametralladoras. Con mis propios ojos pude observar cómo atacaban a personas indefensas, desarmadas. Disparaban sin motivo a cualquiera que se cruzara en su camino, sin piedad".

"Disparaban al aire, yo pensaba que así iban a continuar. Algunas personas se tiraron al piso, otras comenzar a correr, yo me quedé quieto y después de unos segundos recibí un disparo en la pierna", dice otro residente de Mariúpol, Ígor.

Nikolái, que estuvo en la puerta del cuartel minutos antes de la ofensiva militar, dice que había civiles armados allí antes de la llegada de los militares: "Vestían con ropas camufladas y llevaban chalecos antibalas. Uno portaba una ametralladora y otro una pistola. Me preguntaron qué hacía aquí, les respondí que me habían citado. Ordenaron que me retirara porque iban a comenzar los disparos".

Cuando las fuerzas de Kiev lograron destruir el edificio, provocando la caída de la tercera planta, se alejaron de él para abandonar la ciudad. Decenas de ciudadanos exigían a los soldados que se marchasen de la ciudad y les seguían a su paso. "Fascistas, fascistas", gritaban los residentes a los militares del Ejército de Ucrania cuando estos se marchaban.