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Le Pen se consolida como la punta de lanza de la extrema derecha en Europa y del avance del populismo. Las grandes familias políticas mantienen su posición. Los conservadores ganarían las elecciones tras sufrir un serio correctivo.
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© ReutersUna sonriente Marine Le Pen valora ante los medios los resultados de las elecciones europeas.
A la espera de que Bruselas confirme las proyecciones, los resultados en los diferentes Estados miembro de la Unión Europea dibujan un panorama claro del próximo Europarlamento que nace tras la imposición de la política de recortes y de la mayor crisis de legitimidad de las instituciones europeas: el ascenso de ultras y antieuropeos.

Según las estimaciones oficiales, hasta uno de cada cuatro votos cae a formaciones euroescépticas y de extrema derecha, con Marine Le Pen a la cabeza. Con su victoria en Francia, la presidenta del Frente Nacional (FN) se posiciona como la adalid de postulados xenófobos, cuyo avance se confirma imparable, que amenazan con condicionar la agenda comunitaria sobre cuestiones como la inmigración o la libre circulación de personas.

Los sondeos pronostican una nueva victoria de los conservadores, pero también un serio correctivo. El Partido Popular Europeo, con 212, perdería hasta 62 escaños respecto a 2009. Los socialistas, por su parte, se mantendrían como segundo gupo en Estrasburgo con 186 eurodiputados, 10 menos que hace cinco años. La tercera gran familia política europea, los liberales de ALDE, lograrían 70 eurodiputados, lo que representa una pérdida de 13 parlamentarios.

La cuarta fuerza, los Verdes europeos, obtendrían 55 escaños, una bajada de dos representantes respecto a la situación actual. La Izquierda Unitaria Europea (GUE) tendría 43 escaños frente a los 35 con los que contaba hasta ahora, en parte gracias a la victoria de Syriza en Grecia. Los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), grupo euroescéptico, obtendrian 44 escaños (una pérdida notable respecto a los 57 con los que contaban hasta ahora), según los datos preliminares del Parlamento Europeo.

La alianza antieuropea de tintes ultraderechistas liderada por el xenófobo Nigel Farage, del UKIP británico, el grupo Europeo de la Libertad y la Democracia (EFD) conseguiría un aumento de 5 eurodiputados, alcanzando 36 escaños. El grupo de los No Inscritos, al que pertenece el Frente Nacional, aumentaría de los 38 miembros actuales a 40, según estos datos. Hasta 67 eurodiputados de partidos todavía sin adscripción a ningún grupo parlamentario entrarán igualmente en la Eurocámara.

Terremoto en Francia

Sin duda, el mayor protagonista de la jornada electoral europea ha sido el terremoto, por otra parte esperado, del FN en Francia. El partido de extrema derecha ha arrasado, literalmente, al conseguir el 25% de los votos, con los que aspira a hacerse con entre 23 y 25 escaños de los 74 que estaban en juego en el país galo. Ha sido un "tsunami político, un seísmo", en palabras del primer ministro, Manuel Valls. También ha provocado que el presidente François Hollande convoque una reunión de urgencia de su gabinete para examinar la nueva situación política del país, en la que, aparte del triunfo del FN se une la derrota histórica del Partido Socialista (PS) con sus peores resultados en unos comicios europeos.

La extrema derecha consigue grandes resultados en Dinamarca, Grecia, Austria o Hungría

Por su parte, el candidato a la presidencia de la Comisión Europea y presidente de la Eurocámara saliente, el socialista alemán Martín Schulz, señaló que el resultado obtenido por Le Pen supone que esta jornada "es un mal día para la UE". "El que haya ganado el Frente Nacional en Francia... No es el único país", lamentó Schulz, durante una breve intervención ante la prensa tras conocerse los primeros resultados oficiales.

El alemán se refería a los resultados que se prevé que se den en países como Reino Unido, donde UKIP se postula como primera fuerza con cerca del 30% de los votos y 15 de los 73 escaños británicos. El racista y populista Farage, que reclama abandonar la UE, se convierte así en el aglutinador del castigo contra los laboristas (24%) y los conservadores (23%). El batacazo total sería para los liberaldemócratas de Nick Clegg, que perderían al menos cinco eurodiputados y por ahora no obtendrían representación en el Parlamento europeo.

Además, las formaciones ultras han protagonizado un gran avance en otros diversos países. En Dinamarca, la ultraderecha xenófoba logró un triunfo rotundo con más de la cuarta parte de los votos, e infringió una dura derrota a socialdemócratas y liberales. El ultranacionalista Partido Popular Danés estará representado con cuatro de los trece escaños daneses en disputa.

En Austria, la extrema derecha del Partido Liberal FPÖ, con 7,4 puntos porcentuales más que en 2009, se ha colocado como tercera fuerza. En la misma posición se han situado los neonazis griegos de Amanecer Dorado (9,4% de los votos) y los ultras Verdaderos Finlandeses (12,9% y dos escaños). El Jobbik húngaro ha conseguido tres eurodiputados después de auparse como segunda formación con el 14,6%. Además, en Alemania, el Partido Nacional Demócrata (NPD) podría convertirse en la primera formación política neonazi del país que obtiene representación en el Parlamento Europeo.

Han conseguido igualmente buen resultado en República Checa el partido Acción de Ciudadanos Descontentos (ANO 2010), que obtendría alrededor del 16% de la representación y cuatro escaños. No han conseguido sin embargo el auge esperado los euroescépticos de Holanda, en donde el PVV de Geert Wilders que partía con grandes expectativas ha terminado como la tercera fuerza. Por último, en Italia, los xenófobos de la Liga Norte, cuyos líderes han anunciado que dejaran de asociarse con Farage en la próxima legislatura para hacerlo con la líder de la extrema derecha francesa, han obtenido un 6% de representación. En este país, el primer ministro italiano, Matteo Renzi, logró la victoria para el Partido Democrático (PD) frente al desafío al statu quo lanzado por Beppe Grillo.

En los próximos días, y a la luz de los resultados concretos, tanto Farage como Le Pen intentarán formar grupo parlamentario en la Eurocámara. Para ello deberán conseguir al menos 25 escaños y, lo más complicado en ambos casos, conseguir sumar siete países miembros en el grupo. La francesa había anunciado su intención de formar el grupo de la Alianza Europea con la Libertad con los demócratas suecos, el PVV holandés, el Vlaams Belang en Bélgica, el FPO austríaco y la Liga Norte italiana. Sin embargo, necesitará sumar los escaños de alguna formación nueva más para compensar la pérdida del socio eslovaco.

Participación mínimamente superior

La participación en el conjunto de la Unión Europea (UE) en las elecciones ha aumentado por primera vez en la historia alcanzando un 43,09%, casi una décima más que en 2009, según los resultados provisionales ofrecidos por la Eurocámara. El aumento de la participación en estos comicios de 2014 suponen un punto de inflexión pues desde las primeras elecciones, en 1979, se ha producido cada cinco años un descenso paulatino de la participación hasta llegar al 43% en 2009, señalaron fuentes parlamentarias.

El proceso electoral para elegir a los 751 eurodiputados del Parlamento Europeo y al próximo presidente de la Comisión Europea comenzó el 22 de mayo en Holanda y Reino Unido, siguió viernes y sábado en Irlanda, República Checa, Eslovaquia, Estonia y Malta. Los otros veintiún países, incluida, España votaron este domingo. En Alemania, la participación fue del 47,9%, ligeramente superior a 2009 (43,3%) y del mismo modo, la participación subió en Francia del 40,63% al 43,5%, según los datos del PE. Aumentó asimismo la participación en Grecia 5 puntos con respecto a 2009 (hasta el 57,4%).

El alza en la participación no se dio en el resto de países rescatados. En Chipre, la participación bajó del 59,4% en 2009 a los 42,4% en 2009, en Portugal fue del 34,5% (36,78% en 2009) y en Irlanda cayó al 51,2% (fue del 58,64 hace cinco años). Las participaciones más altas, en torno al 90% se dieron en Bélgica y Luxemburgo. En ambos países votar es obligatorio. Los países con menos participación fueron República Checa (19, 5%) y Eslovaquia (13%).