El periodista de Asia Times y analista político Pepe Escobar cree que Israel no esconde su apoyo a la creación de un Kurdistán independiente porque tiene intereses en esta nación: primero conseguir petróleo y, además, obtener un aliado en la región.

Palestina
© REUTERS Azad Lashkari
"Irak se está rompiendo ante nuestros ojos y parece que la creación de un Estado kurdo independiente es una conclusión inevitable", expresó el ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Avigdor Lieberman.

Conozca otra opinión acerca de la situación en torno a Irak en el artículo 'Irak puede ser enterrado, ya no existe como Estado', haciendo clic aquí.

En su reciente encuentro con el secretario de Estado de EE.UU. John Kerry, Lieberman hizo hincapié en que "Israel puede ser un aliado eficaz y fiable de los estados árabes moderados contra extremistas en el mundo árabe". Esta parte del discurso se refería principalmente al Kurdistán.

Para Pepe Escobar este tipo de declaraciones por parte hebrea no son casuales ni sorprendentes, ya que el "Kurdistán iraquí (entidad federal autónoma rica en petróleo) también está exportando petróleo a Israel, aunque el Gobierno Regional del Kurdistán (GRK) lo niega".

'Divide y vencerás'

"De todas formas combatientes kurdos, llamados peshmergas, ahora también intentan controlar Kirkuk, rica en petróleo, tras la retirada ignominiosa del Ejército predominantemente chiita de Bagdad a medida que el Estado Islámico (el antiguo EIIL) avanza. El presidente del GRK, Masoud Barzani, fue tajante cuando decía: "Vamos a poner todas nuestras fuerzas para preservar Kirkuk"", subraya Escobar, que recuerda que las autoridades kurdas siempre trataban de controlar Kirkuk por todos los medios posibles.

El periodista señala que no es ningún secreto en Oriente Medio que Tel Aviv y los kurdos desde 1960 han tenido una fructífera relación de trabajo: en términos militares, de inteligencia y de negocios. Es obvio que Israel reconocerá instantáneamente un posible nuevo estado-nación kurda. No es de extrañar que el presidente israelí, Shimon Peres, esta semana dijera a su homólogo estadounidense Obama que "los kurdos han creado 'de facto' su propio Estado, que es democrático".
"Lo que las grandes petroleras de EE.UU. y también Israel ven, sobre todo, es el espejismo de un importante exportador de petróleo a largo plazo amigo de Occidente. Es por eso que la 'balcanización' es tan jugosa. Esto no tiene nada que ver con el bienestar de la población kurda, históricamente agraviada. Es un negocio puro y duro. Y otro juego del tipo 'divide y vencerás'".
Por lo menos no son árabes

Al son de sus políticos los medios de comunicación de Israel narran que la posible independencia kurda es "buena para Israel" porque los kurdos no son árabes, ni persas, ni turcos. Kurdistán, por lo menos el Kurdistán iraquí, es visto por Tel Aviv como una "entidad no hostil" que, sobre todo, no son tan vulnerables por la difícil situación de los palestinos, opina Escobar.

"Desde el punto de vista estrictamente israelí, los kurdos son considerados como moderados musulmanes seculares que han sido víctimas -y esa es la idea clave- del chovinismo árabe", según el analista.

"Y aún más importante, en el futuro se proyecta un Gran Kurdistán que sería el estado amortiguador ideal que actuaría en conjunto con los grandes intereses estratégicos israelíes; y amputaría de una vez simultáneamente Turquía, Irán, Irak y Siria", continúa.