inmigrantes EEUU
© Latribuna.hnManifestación en Nueva York, 12 de julio de 2014
Un grupo de organizaciones pro inmigrantes y pro libertades civiles presentó ayer una demanda contra el Gobierno de EE. UU. por no garantizar la asistencia legal gratuita a los niños que se encuentran en procesos de deportación. La demanda fue llevada a un juzgado en Seattle «en nombre de miles de niños» por la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) y el Consejo de Inmigración Americana, entre otros grupos.

En la demanda se incluyen los casos de niños de entre 10 y 17 años procedentes de El Salvador, Guatemala, México y Honduras, precisaron las organizaciones. Estos menores, cuyos casos han sido incluidos en la demanda, tienen una cita pendiente con el juez de inmigración para que determine si deben o no ser deportados a sus países de origen, pero «no tienen ningún tipo de asistencia legal y corren el riesgo de ser enviados a las circunstancias peligrosas que abandonaron», explicaron los demandantes.

A diferencia de lo que ocurre en un proceso criminal, en el que si el acusado no tiene dinero para pagar un abogado se le garantiza uno de oficio, en los procesos de inmigración en EE.UU. no está garantizado la asistencia legal de un abogado. Los demandantes lamentaron que «cada año miles de niños deban presentarse ante un tribunal de inmigración sin un abogado».

El «Katrina» de Obama

El número de menores de edad sin acompañamiento de adultos que ingresaron clandestinamente a EE.UU. desde el pasado octubre llegó a 57.000, dijo ayer un alto funcionario del Departamento de Seguridad Interna ante el Senado. La Casa Blanca rechazó ayer que la crisis en la frontera por la avalancha se pueda calificar «el Katrina» del presidente Obama, en referencia a la crisis que por la gestión de la catástrofe causada por ese huracán supuso para el presidente George W. Bush en 2005. «Creo que no tiene sentido comparar esto con un desastre natural. Esto es una situación humanitaria sobre la que hemos trabajado desde el principio», afirmó Cecilia Muñoz, la directora de política interior de la Casa Blanca.