El último grupo de camiones del convoy ruso que llevó la ayuda humanitaria a Lugansk, volvió a Rusia, confirmó desde el lugar un reportero de Nóvosti.

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© RIA Novosti/Maksim Blinov
La caravana se trasladó de Lugansk, Ucrania, a la localidad rusa de Donetsk, en la provincia de Rostov del Don, por una carretera de desvío. Las milicias de la autoproclamada República Popular de Lugansk se encargaron de garantizar su seguridad a lo largo de la ruta.

El viceministro ruso de Emergencias, Eduard Chízhikov, afirmó más tarde que los camiones regresaron de Ucrania sin carga.

"En la operación humanitaria han participado 227 vehículos y todos han vuelto. Todos han sido revisados por aduaneros y agentes de Fronteras ucranianos y rusos que no han formulado reclamaciones algunas. Todos los vehículos han regresado sin carga, como han podido comprobar los periodistas que estaban grabando el proceso de revisión", declaró Chízhikov en una rueda de prensa televisada por la cadena RT desde el puesto fronterizo.

La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) corroboró en su página web que los 227 vehículos del convoy ruso que cruzaron el viernes la frontera con Ucrania volvieron a Rusia.

El convoy, formado originalmente por unos 280 camiones Kamaz, había partido el 12 de agosto de la provincia de Moscú rumbo a Ucrania con un cargamento que incluía 400 toneladas de granos, 100 toneladas de azúcar, 54 toneladas de fármacos e instrumental médico, 12.000 sacos de dormir y 69 generadores eléctricos para la población del este de Ucrania.

Los vehículos permanecieron varios días en la frontera a la espera de que Kiev, Moscú y el Comité Internacional de la Cruz Roja consensuaran todos los detalles de la operación, hasta que el 22 de agosto Rusia decidió que era inadmisible seguir retrasando el envío de la ayuda e introdujo el convoy en Ucrania.

En la noche del viernes, los camiones llegaron a Lugansk donde fueron recibidos con júbilo por los lugareños que viven una grave situación humanitaria a causa de los continuos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad ucranianas y las milicias que luchan contra el Gobierno central.

La cancillería rusa acusó a Kiev de hacer todo lo posible para bloquear la llegada de la ayuda humanitaria, inventando un sinfín de pretextos y barreras burocráticas; por su parte, Ucrania y algunos países occidentales condenaron la decisión de Moscú al afirmar que es "una violación de la frontera".