Rusia denunció el lunes que la actual situación en Libia es consecuencia de la injerencia irresponsable de Estados Unidos y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN) en este país.
"El actual caos en Libia es consecuencia directa de la injerencia irresponsable de EE.UU. y sus aliados de la OTAN, que se propusieron derrocar el régimen de Muamar Gadafi para democratizar por la fuerza este país", denuncia en un comunicado la Cancillería rusa.
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Según el Ministerio ruso de Asuntos Exteriores, el resultado de tales intervenciones extranjeras en Libia ha sido la muerte de miles de civiles en la guerra intestina libia y la destrucción de la infraestructura económica y social.

La Cancillería añadió también que definitivamente el proceso político para crear un Estado democrático moderno en Libia sobre las ruinas del derrocado régimen de Gadafi ha llegado a un callejón sin salida.

De esta manera, el futuro de Libia depende de los resultados del conflicto armado entre los grupos extremistas en ese país que luchan por el poder político y los recursos naturales y financieros, destaca el texto.

Moscú emitió tal denuncia un día antes de que los Gobiernos de Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Alemania e Italia condenaran este martes la escalada de "violencia dentro y alrededor de Trípoli, Bengasi y en toda Libia" y llamaran un alto el fuego "inmediato".

EE.UU. y sus aliados europeos también han considerado que cualquier intervención extranjera puede agravar la crisis política y de seguridad en Libia, intervenida militarmente en 2011 por la OTAN, al amparo de la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), que autoriza todas las medidas necesarias para proteger a los civiles bajo amenaza de ataque.

Sin embargo, casi tres años después de la caída del exdictador Muamar Gadafi, Libia sigue sumida en la inseguridad. El país ha sido testigo de numerosos enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y los grupos armados rivales que se niegan a deponer las armas, a pesar de los esfuerzos del Gobierno central por imponer la ley y el orden.