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En Colombia, en concreto en la localidad de El Carmen de Bolívar, llevan varios meses apuntando a la vacuna del papiloma humano como la posible causante de la hospitalización de varias decenas de niñas. Las cifras de los últimos días apuntan a unas 170 chicas que han sufrido síntomas que encajan con las reacciones adversas de este medicamento.

Ya son más de 170 casos de niñas en El Carmen de Bolívar que presentan síntomas de desmayo, dificultad para respirar y debilidad en la extremidades.

Todas fueron vacunadas con Gardasil, la vacuna de Sanofi Pasteur Meck, Shar & Dohme (MSD) que es la que ha comprado el Gobierno de Colombia. Algunos medios incluso elevan la cifra a 200 chicas afectadas supuestamente por la vacuna.

La vacunación contra el papiloma es de muy reciente introducción en la sanidad colombiana, se hace desde enero pasado y es obligatoria aparte de gratuita (gran favor el que le hace el ejecutivo a la farmacéutica, en España, por ejemplo está "recomendada" en los calendarios vacunales y no es gratis sino bastante cara, por cierto).

El Carmen no es el único sitio donde se han detectado daños pero sí el que más ha llamado la atención por la gran cantidad de casos advertidos en los últimos días en varios colegios.

El Gobierno colombiano, sin pruebas, no ha tardado en hacer lo que suelen hacer casi todos los gobiernos en este caso, negar la mayor y salir a la palestra diciendo que la "culpable" no es la vacuna. Insisto que sin pruebas porque las tuviera las mostraría. Tanto el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, como otras fuentes oficiales, aseguran que la vacuna es segura y quitan importancia a sus graves reacciones adversas. Pero o no están bien informados o mienten para tranquilizar a la población y que no quede en entredicho la medida que han tomado, del todo equivocada.

En Estados Unidos (EE.UU.) los informes de la institución pública que se encarga de la farmacovigilancia de las vacunas en aquel país (VAERS por sus siglas en inglés) tiene registradas 169 notificaciones de sospecha de muerte (actualización junio 2014) por la vacuna del papiloma humano. En la base de datos de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) hay más de 150 notificaciones que acabaron en muerte. Sólo en España hay tres sospechas de muertes; en Francia 4...

¿Qué puede estar causando esa epidemia de supuestas reacciones adversas a la vacuna en el municipio colombiano? Es muy difícil saberlo y no tranquiliza nada que el Gobierno niegue de entrada la posibilidad vacunal. En un principio se apuntó al plomo pero la vacuna Gardasil NO contiene plomo. Sí contiene aluminio, como muchas otras vacunas. Gardasil puede provocar daños pero tantos en tan poco tiempo podría deberse, es una hipótesis, un hilo del que tirar para investigar, que su composición no sea la correcta.

Es fundamental analizar muestras de los lotes que se han puesto a las niñas de El Carmen. El aluminio se usa como adyuvante o potenciador de la actividad inmune a modo de sales de aluminio pero esta es una sustancia tóxica. De hecho, la literatura científica documenta el síndrome de llamado ASIA que serían los daños neurológicos e inmunes causados por este componente de medicamentos.

En España, la Asociación de Afectados por Vacunas (AxV) ha analizado lotes de vacunas que pudieron ser la causa de la muerte de sus bebés y ¡sorpresa! han hallado que los niveles de aluminio que contienen NO se corresponden con los que exhiben las fichas técnicas de esos productos.

Si está produciéndose este fraude a la salud pública española ¿quién asegura que no esté sucediendo algo similar en Colombia?

Otro aspecto de gran importancia es investigar si se ha respetado la cadena de conservación en frío de los lotes de vacunas puestos. Las vacunas son muy sensibles a la temperatura y deben conservarse a una temperatura de entre 2ºC y 8ªc. Fuera de este intervalo estos productos pierden su eficacia e incluso pueden tener efectos adversos para la salud.

La conservación de la cadena del frío debe mantenerse en todos los eslabones de la misma. La rotura de la cadena del frío en un eslabón rompe la cadena en todo su conjunto. A mediados de junio me escribió una persona que desde hace treinta años es profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de una Universidad de Madrid. Me explicó todo esto de la cadena del frío en vacunas para concluir:
por desgracia existen empresas que no disponen de los medios tecnológicos necesarios para garantizar la cadena del frío pudiendo causar daños irreparables a los usuarios".
En fin, son sólo algunas pistas para quienes deseen investigar en Colombia el suceso de las chicas presuntamente dañadas por la vacuna del papiloma en masa