Mientras Occidente sigue insistiendo en que las sanciones cada vez "aíslan más a Rusia del mundo", las relaciones de este país con otros estados siguen intensificándose, especialmente con China.

Mientras la amenaza de la respuesta 'asimétrica' a las sanciones europeas ha sido lo suficientemente fuerte como para molestar a los líderes europeos, el aumento de la cooperación entre China y Rusia podría ser más perjudicial para la estrategia de Occidente, apunta un artículo publicado en el portal zerohedge.com.
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Por cierto, Rusia no está tan aislada como piensan algunos políticos occidentales.

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En primer lugar las autoridades rusas estrechan hoy la cooperación con China y lo hacen en beneficio de ambas partes.

Recientemente se ha conocido que Rusia y China han acordado ampliar el comercio bilateral en rublos y yuanes y fortalecer la cooperación entre sus bancos. En 2013, la facturación del intercambio comercial entre Rusia y China llegó a los 89.000 millones.

Según primer viceprimer ministro ruso encargado de Economía, Igor Shuválov, Moscú trata de mitigar los efectos de las sanciones económicas occidentales.

El acuerdo permite a las empresas rusas que colaboren más estrechamente con bancos chinos y reciban fondos de ellos.

Según diversas estimaciones, alrededor del 50% de la contratación se efectuará en yuanes y rublos, es decir prescindiendo de dólares.

Por lo tanto, las sanciones destinadas a restringir el acceso a la financiación casi no tendrán sentido a largo plazo, puesto que las compañías rusas recibirán el dinero necesario para su desarrollo de bancos chinos.

Para China, ello es importante para aumentar el impacto del yuan y convertirlo en moneda de reserva del mundo. Puesto que el 32% de las reservas de divisas chinas, que ascienden a cuatro billones de dólares, están invertidos en deuda de EE.UU., Pekín podría reducir gradualmente su inversión en el dólar.

En total, Rusia y China han cerrado - o están negociando - 30 megaproyectos, algunos de los cuales están valorados en varios cientos de millones de dólares. Ello incluye proyectos de construcción de carreteras y puentes, el desarrollo del sector de extracción de recursos minerales, la agricultura y el transporte.

En este sentido, por ejemplo, la empresa estatal energética china CNPC puede obtener hasta un 10% de participación en el yacimiento de petróleo Vankor por aproximadamente 1.000 millones de dólares.

Por todo ello, la inversión en la infraestructura energética y tecnologías de Rusia ya se está produciendo, pese a todos los esfuerzos de Occidente por impedirlo.

Aunque, por supuesto, si se obvian todos estos factores, Rusia se encontraría aislada del mundo, como afirman con ironía los autores de zerohedge.com.