Si eres una persona que habitualmente se siente sometida a importantes picos de estrés por cuestiones laborales o familiares, este artículo puede ayudarte. ¿Te gustaría aprender a controlar estas situaciones? En este artículo queremos darte algunos consejos para reducir el estés con resultados probados científicamente.

respiración
© Desconocido
Todos sufrimos momentos estrés en mayor o menor medida y no suponen un gran problema si no alcanzan magnitudes demasiado elevadas. El estrés alto y descontrolado es una reacción fisiológica que puede desencadenar problemas de salud física y mental y que por lo tanto debemos aprender a controlar para vivir más y mejor.

Con el estrés nuestro cuerpo intenta ponernos en estado de alerta ante una situación complicada o desconocida, es un mecanismo de defensa necesario para la supervivencia, aunque bien es cierto que en la actualidad no es tan necesario cómo lo podía ser para nuestros antepasados prehistóricos. No tiene sentido que se active este mecanismo, por ejemplo, antes de hacer una presentación de resultados ante el jefe o al hablar en público en un auditorio. Tenemos que educar a nuestro cuerpo para que esto no suceda y lo podemos conseguir gracias a estas técnicas que te presentamos a continuación.

Aprende a respirar correctamente

Seguro que ya conocías (al menos de oídas) este primer consejo ya que es quizás el más habitual. Pero ¿Qué tenemos que hacer para respirar correctamente? ¿Y por qué?. En situaciones de estrés nuestro sistema respiratorio se puede ver inducido a la hiperventilación que es una situación en la que respiramos por encima de nuestras necesidades, habitualmente respirando mucho pero superficialmente.

Con la hiperventilación las proporciones de Oxígeno y Dióxido de Carbono de nuestros pulmones varían y por lo tanto también varían estas proporciones en nuestra sangre. Este cambio de proporciones de gases en sangre provoca una variación del pH en la misma y esto a su vez desencadena una serie de sensaciones típicas de las situaciones de estrés que todavía nos ponen más nerviosos: Tensión muscular, palpitaciones, temblores, piernas débiles o incluso mareos y tirones.

Según el investigador Herbert Benson de la Universidad de Harvard, realizar ejercicios de respiración puede mantener a raya estas sensaciones mencionadas y disminuir la presión arterial. Estos ejercicios de respiración son muy básicos. Realízalos cuando empieces a notar los primeros síntomas de estrés.
"Inhala profundamente, debes notar cómo los pulmones y el estómago se llenan de aire, después exhala poco a poco liberando todo el aire de tu interior. Concentra tu mente en realizar el ejercicio correctamente, olvídate de lo demás. Repite este ciclo respiratorio tanto cómo necesites, pronto notarás cómo te sientes mucho mejor gracias a la vuelta del equilibrio de las proporciones de gases"
Estimula tu Nervio Vago

El difícil resumir en unas pocas lineas todas las funciones del nervio vago, pero si utilizamos como referencia la cita de Barbara Frederickson y Bethany Kok (Investigadores de la Universidad de Carolina del Norte) puede quedar claro:
"El nervio vago es la parte de nuestro cuerpo responsable de nuestra capacidad de pensar en nosotros mismos y auto-controlarnos. Incrementa la velocidad de nuestro organismo cuando es necesario y disminuye esta velocidad en situaciones de calma. Su correcta estimulación ayuda a mantener una buena salud y el bienestar."
¿Cómo podemos estimular y mejorar el funcionamiento del nervio vago?
  • Comiendo alimentos ricos en Omega 3. (Pescados azules, brócoli, semillas, nueces, marisco...)
  • Haciendo deporte.
  • Practicando meditación y pensando en positivo.

Comentario: Hay una mejor manera de estimular el nervio vago (y sin ningún costo) es a través de la respiración controlada. Desde SOTT, recomendamos el programa Éiriú Eolas, que está especialmente diseñado para estimular este nervio, ayudando a reducir el estrés, calmar y enfocar la mente, crear mejores conexiones entre la mente y el cuerpo, y por lo tanto, mejorar la calidad de vida, aumentando la sensación de conexión con otros en la comunidad, y, activando los sistemas auto-reguladores que poseemos. Puede aprenderlo en línea aquí.


Se agradecido

Cuando estamos en situaciones de mucho estrés nuestro sistema libera grandes cantidades de cortisol (hormona que afecta directamente al sistema nervioso). El problema es que el cortisol en grandes cantidades y durante periodos prolongados puede dañar el sistema nervioso e incrementar más la sensación de estrés.

Investigadores de la Universidad de California han encontrado una manera sencilla y eficaz de controlar los niveles de cortisol que consiste en ser agradecido. Han comprobado que las personas que practican el agradecimiento pueden reducir hasta en un 23% la cantidad de cortisol. Además, ser agradecido tiene otras ventajas como el sentirse mejor con uno mismo y con los demás, mejorando nuestra condición psicológica.

Pon las cosas en su sitio

Las situaciones de estrés suelen ser un efecto de la supervaloración de la importancia y dificultad que entraña un determinado acontecimiento. ¿De verdad es tan difícil hablar delante de otras personas cómo para ponernos así de nerviosos? A fin de cuentas somos capaces de hablar sin ningún problema en cualquier otra situación.

Tenemos que dejar de sobrevalorar la importancia de las situaciones a las que nos enfrentamos y que nos generan estrés, para ello es importante mejorar la seguridad en uno mismo. Pon en perspectiva todas estas situaciones y valora su dificultad e importancia real, te darás cuenta de que en la mayor parte de ocasiones estabas haciendo una montaña de un grano de arena.

Piensa en tus habilidades, tus éxitos y tu talento, verás cómo estás a la altura de la situación a la que te enfrentas.

Estos cuatro consejos, si los pones en práctica seguro que te ayudan a reducir el estrés. Pero ¿Tienes alguna otra técnica que quieras compartir con nosotros? Cuéntanos cuáles son tus trucos eficaces para reducir el estrés y los trataremos en futuros artículos. Continua el debate en nuestras redes sociales.