En Berlín, un equipo de psicólogos y médicos asociados con la Technische Universität de Berlín, ha anunciado esta mañana que han probado la existencia de alguna forma de vida después de la muerte. Este sorprendente anuncio se basa en las conclusiones de un experimento científico que ha supervisado medicamente experiencias cercanas a la muerte, provocadas a pacientes que estuvieron clínicamente muertos durante casi 20 minutos antes de ser resucitados.

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Este controvertido proceso, que se repitió en 944 voluntarios en los últimos cuatro años, requiere una compleja mezcla de drogas incluyendo la epinefrina y la dimetiltriptamina, que permiten al cuerpo sobrevivir el estado de muerte clínica y el posterior proceso de reanimación, sin daños. A los sujetos se les inducía un estado de coma temporal con una mezcla de otros fármacos, estos tenían que ser filtrados por medio de ozono durante el proceso de reanimación 18 minutos más tarde.

La extremadamente larga duración de la experiencia se hizo posible gracias al reciente desarrollo de una nueva máquina de resurrección cardiopulmonar (CPR) llamada AutoPulse. Este equipo se ha estado utilizando en los últimos años para reanimar personas que habían estado muertas por períodos de entre 40 minutos a una hora.

Experiencias cercanas a la muerte han sido interpretadas anteriormente en varias revistas médicas como alucinaciones, pero el doctor Ackermann y su equipo, por el contrario, consideran que son evidencia de la existencia de una vida después de la muerte y de una forma de dualismo entre la mente y el cuerpo.

El equipo de científicos dirigido por el Dr. Berthold Ackermann, ha supervisado las operaciones y se han recopilado los testimonios de los sujetos. Aunque hay algunas ligeras variaciones de un individuo a otro, todos tienen algún recuerdos de su período de muerte clínica, y una gran mayoría de ellos describió algunas sensaciones muy similares.

La mayoría de los recuerdos comunes incluyen una sensación de desprendimiento del cuerpo, sensaciones de levitación, serenidad, seguridad, calidez, la experiencia de la disolución absoluta, y la presencia de una luz inmensa.

Los científicos dicen que son muy conscientes de que muchas de sus conclusiones podrían sorprender a mucha gente, como el hecho de que las creencias religiosas de los individuos no han influído en las sensaciones ni en experiencias que se describen en el final del experimento, en absoluto. De hecho, entre los voluntarios se cuentan miembros una amplia variedad de iglesias: cristianos, musulmanes, judíos, hindúes y ateos.

"Sé que nuestros resultados podrían perturbar las creencias de muchas personas", dice el señor Ackermann. "Pero en cierto modo, hemos respondido una de las preguntas más grandes en la historia de la humanidad, así que espero que estas personas sean capaces de perdonarnos. Sí, hay vida después de la muerte y parece que esto se aplica a todo el mundo ".

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