El golpe de Estado en Kiev, protagonizado con apoyo de EEUU, se llevó a cabo según un esquema clásico ensayado en América Latina, África y Oriente Medio. La crisis ucraniana es resultado esperado de la política que aplica Washington y sus aliados, escribe Rossiyskaya Gazeta, citando al secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolai Pátrushev.
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© REUTERS / Larry Downing
En entrevista con el rotativo, el funcionario de alto rango destacó que en los últimos 25 años "esta política buscaba separar a Ucrania y a otras ex repúblicas soviéticas de Rusia" y remodelar el espacio postsoviético para que responda a los intereses estadounidenses.

Entre 1991 y 2013 la Casa Blanca gastó 5.000 millones de dólares "en apoyo a la aspiración del pueblo de Ucrania a tener un Gobierno más fuerte y democrático", declaró en reiteradas ocasiones la subsecretaria de Estado para Europa y Eurasia, Victoria Nuland.

Según los datos del Congreso de EEUU, recordó Pátrushev, la financiación de los programas estadounidenses de "ayuda" a Ucrania sumó los 2.400 millones de dólares en el periodo de 2001 a 2012.

La actividad de la Administración estadounidense respecto a Ucrania se inscribe en la estrategia actual de la Casa Blanca que se ha propuesto mantener el liderazgo de EEUU en el mundo mediante la contención de Rusia y otros centros de fuerza, concluyó Pátrushev.