Los casos superan a las bajas en el campo de batalla: 468 contra 462 en 2010.

Imagen
© Desconocido
Más soldados de las guerras de Irak y Afganistán murieron el año pasado por suicidio que en actividades de combate, según las cifras de las diferentes fuerzas armadas dadas a conocer recientemente.

Una recopilación de las cifras de suicidio y muertes en combate revelan que 468 soldados cometieron suicidio en 2010, mientras que 462 murieron en el campo de batalla, sin incluir los accidentes o fallecidos por enfermedad.

Eso incluye un conteo de los reservistas fallecidos, que no siempre está incluido en las listas oficiales de las diferentes fuerzas armadas, cada una de las cuales hace un reporte por separado.

Pero no se cuentan todos los reservistas, hay una clase de ellos, no asignados a unidades particulares, que no son contados como parte de las fuerzas.

Esto quiere decir que probablemente haya un subconteo del problema y, aun así, resulta alarmante y ha generado una cantidad de estudios y análisis por parte de las entidades del gobierno.

Jan Kemp, director de prevención de suicidios del Departamento de Asuntos de Veteranos (VA), comentó que el aumento es real, pero que también el gobierno está más "consciente" del problema y se está trabajando para ofrecer recursos y entender el fenómeno, que va cambiando con el tiempo.

"La hipótesis más lógica nos dice que el estrés del combate, los múltiples despliegues, las heridas cerebrales son las causas más comunes del suicidio de soldados", dijo Kemp. "Pero la verdad es que también estamos viendo un número alarmante de suicidios entre las tropas que no han ido al combate, y aún estamos investigando por qué. La realidad es que todos, incluyendo cónyuges e hijos, están sufriendo el estrés de la guerra".

Michael Hoffman, periodista del Army Times, indicó que, en efecto, el aumento más alarmante se ha visto entre los soldados que no han sido desplegados, pertenecientes a Guardia Nacional o Reservistas. "Eso es algo que aún se está investigando", dijo.

En todo caso, es el segundo año consecutivo que hay más suicidios que muertos en combate. El fenómeno del suicidio entre veteranos y tropas que están o han estado en las guerras de Irak y Afganistán no es nuevo, pero el número ha ido aumentando en tanto se alargan las maniobras de guerra y los soldados son enviados una y otra vez al frente de batalla.

Según Kemp, quien ahora encabezará un equipo de trabajo sobre veteranos para el Programa Nacional de Prevención del Suicidio, "las soluciones no son tan sencillas, puesto que las razones son diversas y, por tanto, no tenemos una píldora mágica o solución. El objetivo de este equipo es buscar respuestas a nivel comunitario".

Aunque las Fuerzas Armadas, el Departamento de Veteranos y el Departamento de Defensa están al tanto del fenómeno, tal parece que la respuesta no es ni tan fácil ni tan efectiva por el momento, señala Judith Broder, siquiatra que maneja The Soldiers Project en Los Ángeles.

El Proyecto, creado por Broder, es una red de siquiatras que trabajan en forma gratuita para ofrecer asesoría no sólo a los combatientes que regresan, sino a sus familiares, que en ocasiones sufren tanto como los soldados.

El primer problema con el que se encuentran las familias y los propios veteranos es la dificultad de reconocer que se tiene un problema serio.

"La única manera en que esto puede cambiar es que la comunidad preste atención al problema. Esta es una nueva batalla que se libra cuando el soldado regresa a casa, porque aunque está de vuelta, la guerra sigue estando dentro de él y todos hemos hecho un muy mal trabajo reconociéndolo", dijo Broder.

Explica la siquiatra que el soldado que regresa tiene un sentido de aislamiento profundo, a veces en las Fuerzas Armadas les recetan medicamentos, antidepresivos, pastillas para dormir, antisicóticos u otros, pero no por tiempo suficiente.

Se sienten incomprendidos, no saben adónde ir, sus relaciones están rotas o se resienten. Algunos han sido enviados tantas veces que ya cuando regresan no tienen familia. O la familia ve un cambio profundo y no sabe qué hacer.

La mayoría de los veteranos niega que tenga un problema o evita pedir ayuda, dice Broder. En muchos casos beben mucho (el alcohol es la droga de la que más abusan los soldados que regresan) y buscan automedicarse de ésta u otras maneras.

"Parte de la educacion que hacemos es decirle a la gente que hay recursos fuera de la Administracion de Veteranos, como el nuestro, donde podemos asistir a la persona y a sus familiares", dijo Broder.

Para más información sobre el Soldiers Project llamar al teléfono gratis 877-576-5343. También pueden acudir a la línea de ayuda de la organización de Prevención de Suicidio Nacional, disponible 24 horas al 1800 273-TALK (8255).

Hay información en español sobre el suicidio de veteranos en la página http://www.adp.cahwnet.gov/veteran/indexsp.shtml