El Consejo de Seguridad de la ONU ha afirmado hoy durante una sesión dedicada a Ucrania que, de confirmarse, el uso de bombas de racimo podrá calificarse de crimen de guerra.

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El uso de bombas de racimo en los bombardeos de áreas residenciales en el este de Ucrania se calificará de crimen de guerra, según ha afirmado el adjunto del secretario general de la ONU sobre Derechos Humanos, Ivan Šimonović, durante la sesión del Consejo de Seguridad.

El funcionario ha afirmado que una investigación "rápida y profunda" en la región es necesaria.

Šimonović subrayó que este tipo de bombas "no son un arma de precisión y no están diseñadas para el uso en áreas residenciales".

"El uso de bombas de racimo en estas situaciones es una violación del derecho internacional y podría calificarse de crimen de guerra", concluyó el funcionario.