A parte de la libertad del mercado, si hay dos valores que suelen ser enaltecidos en Occidente (solo cuando les conviene) son la democracia y la libertad de expresión ejercida mediante la libertad de prensa. Sin embargo, cada vez es más visible el hecho de que esta supuesta libertad para los medios masivos de comunicación pierde su validez en la medida en que los mismos terminan siendo brazos de los mismos ejes que controlan el gobierno y sus acciones. Así, estos medios terminan difundiendo la versión que se les pasa desde arriba y, por medio de sobornos y promesas de estaus y poder, las personas a cargo de los mismos esparcen las mismas mentiras en concierto, con la máscara de la libertad de expresión, y todos quedan felices y tranquilos.

manipulación_mediática
La "libertad de prensa" también es útil cuando quieren vilipendiar a algún gobierno legítimo que por algún motivo no coopera con sus intereses unilaterales, es decir, no aceptan ser sometidos, saqueados, despojados y terminar endeudados y sumidos en crisis internas, por abrirles las puertas a los Señores de Occidente. En esos casos sus voces se lanzan a los 4 vientos condenando que tales regímenes no respetan la libertad de prensa y de información, y que, por lo tanto, no son democráticos.

Sin embargo, hoy en día vemos una situación que es algo paradójica: en Ucrania, un gobierno al que en ellos apoyan y consideran legítimo muestra su cara fascista al decidir prohibir que los ucranianos accedan a cierta información que consideran una amenaza a la "seguridad nacional" (¿dónde solemos escuchar esto?). Desde luego que ésta no es la única señal de fascismo que han demostrado los actuales gobernantes en Kiev, que fueron puestos allí a través de un golpe de Estado en abril y marzo de este año, pero aquí estamos hablando de algo que, como fue dicho más arriba, es una de las bases de toda sociedad "libre" y "democrática" al estilo occidental.

El asesor del Ministerio ucraniano del Interior, Antón Gueráschenko se expresó con toda claridad al decir:
"Tenemos que prevenir la influencia perjudicial de la propaganda rusa y de otros medios online" y que Ucrania tiene varios "proyectos que permitirán proteger el espacio virtual de Ucrania de la influencia negativa" de los medios rusos.
Ya en septiembre de este año el Consejo Nacional de Radio y Televisión de Ucrania prohibió la transmisión de 15 cadenas rusas como Russia Today (RT), el Canal 1 Red Internacional, Rossiya 24, Life News, Pervy Canal y la NTV. Y por si ésto no fuera suficiente, Kiev también publicó nuevas directrices "para películas de origen ruso que, en particular, no deben contener personajes positivos relacionados con las fuerzas del orden o el Ejército de Rusia, la Unión Soviética o el Imperio Ruso ni mostrar "los territorios ucranianos temporalmente ocupados" ni mencionar temas sobre la historia de Ucrania", según informa la agencia RIA Novosti.

Como ven, el descaro no tiene límites y se vuelve casi cómico si no fuera, en realidad, bastante trágico. Estas son las medidas de todos los regímenes dictatoriales que hemos conocido en la historia y son contrarias al derecho internacional que poco parece valer para los organismos que se supone que tienen que velar por su cumplimiento. Mientras escuchamos repetidas veces que condenan una u otra elección democrática o las "atrocidades" de algún gobierno al que deciden pintar como enemigo, poco es lo que hemos escuchado al respecto de ésta imposición por parte de Kiev.

El portavoz de la cancillería rusa, Alexandr Lukashévich, fue directo al grano en sus declaraciones al respecto:
"[Kiev] ignora los llamamientos de diversos organismos internacionales y se esfuerza cada vez más por mantener un drástico control administrativo sobre la prensa, obstruyendo la cobertura objetiva de los acontecimientos"
Es exactamente eso lo que quieren todos los regímenes autoritarios: control sobre la gente y sobre su opinión a través de la manipulación y tergiversación de la realidad objetiva. Y justamente es por lograr este objetivo que es tan necesario bloquear el acceso a la información que muestra un panorama diferente al de su versión; sin propaganda no pueden justificar sin levantar alguna sospecha en la población el hecho de que estén masacrando a personas en el este del país.

De hecho algunos soldados del ejército ucraniano que están en las líneas frontales del combate y ven lo que sucede realmente, renuncian y o piden refugio en Rusia. Mientras tanto a los títeres nazis en Kiev solamente les queda la opción de contratar mercenarios para perseguir y asesinar a quienes no quieren matar civiles y seguir perpetrando la masacre contra su propio pueblo.

¿Qué clase de gente mataría a su propia gente, a sus propios vecinos? Claramente no quienes posean un ápice de conciencia moral. Ausencia de conciencia, he aquí la clave para entender las acciones sumamente contradictorias de la hegemonía actual y por qué la propaganda y el bloqueo de la información son esenciales para su perpetuación.
keep_calm_and_blame_Russia
© Desconocido"¡Culpen a Rusia!" es el lema de estos tiempos.
Vean también: