La ola de frío que azota desde hace una semana al centro de Europa ha provocado el fallecimiento de al menos siete personas en Polonia y cortes de carreteras, vías férreas y el suministro eléctrico en Hungría, la República Checa y Serbia.
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En el este de Polonia, las gélidas temperaturas nocturnas, que han alcanzado los 14 grados bajo cero, se han cobrado la vida de varias personas sin hogar. Las autoridades han hecho un llamamiento a los ciudadanos para que alerten a la policía en el caso de que vean a personas durmiendo en la calle.

En Hungría los valores no han sido tan bajos, sino que se han situado rozando los cero grados centígrados, pero se han unido al granizo y las lluvias para provocar numerosos problemas en el suministro eléctrico en las partes norte y este del país.

Otro de los países afectados por la ola de frío es la República Checa, que ha visto como los tendidos eléctricos de su red ferroviaria amanecían congelados y dejaban a alrededor de cien mil personas sin poder utilizar este servicio, aunque la situación comienza a dar signos de normalizarse.

En cuanto a Serbia, las heladas y el viento también han causado estragos en los cables de alta tensión, dejando incomunicadas a miles de personas del este del país.