La organización Human Rights Watch arremetió contra Kiev en respuesta a las declaraciones del primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, que aseguró que no hay pruebas sobre el uso de lanzamisiles Grad por parte del Ejército en la zona del conflicto.

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Durante una reciente visita a Alemania, Yatseniuk respondió muy emocionado a la pregunta de un periodista del 'Frankfurter Allgemeine' sobre el ataque de las fuerzas de seguridad de Ucrania con bombas de racimo y lanzamisiles tipo Grad contra las poblaciones en la región de Donbass. "No hay evidencia de esto. No hay evidencia", espetó el primer ministro, visiblemente exacerbado.

El director ejecutivo del organismo de Derechos Humanos Kenneth Roth señaló que HRW ha ofrecido varias pruebas que evidencian el fracaso de Ucrania a la hora de distinguir entre objetivos militares y civiles.

"De hecho, Human Rights Watch ha publicado una gran cantidad de evidencias de que Ucrania se niega a distinguir entre objetivos militares y civiles, como lo exigen las leyes y prácticas de la guerra", dijo Roth.
"En lugar de negar las acusaciones sobre abuso de poder militar, Kiev debería reconocer lo obvio y detener las operaciones de combate descontroladas", agregó Roth, haciendo hincapié en que el nuevo Gobierno de Ucrania debe recordar que la capacidad de reconocer un error es la primera prueba de la voluntad de cambio.

La analista política Cristina Sánchez Martínez asegura que "Kiev rechaza una y otra vez las evidencias, respaldada por la propaganda occidental de los medios de comunicación que hoy llamamos de 'pensamiento único' y que está impuestos por el mundo unipolar".