En un nuevo arrebato de sensibilidad humanitaria el ministro de Exteriores de Israel, Avigdor Lieberman, nos deleitó con su acostumbrada sofistificación verbal al declarar lisa y llanamente que a "quien esté contra nosotros [por Israel], no hay nada que hacer, debemos levantar un hacha y quitarle la cabeza...".
© InternetBibi a Lieberman: "por qué no cerras por un rato el pico, Avigdor, estás destruyendo mi imagen..."
La ausencia absoluta de disimulo de su deseo de derramar sangre árabe nos dice mucho respecto a la brutalidad, no sólo de este hombre, sino de todos aquellos a los que representa. No hay que olvidar que este señor (si es posible llamarlo de este modo) es el líder del partido de derecha Yisrael Beytenu y principal aliado político de Benjamín Netanyahu (lindo "amiguito" se buscó Bibi...). Estamos hablando de un sujeto que
dijo que "Israel tiene que conquistar y limpiar a fondo la Franja de Gaza", otra muestra más de sus dotes "humanitarias" naturales.
Las declaraciones del ministro provocaron fuertes críticas tanto por parte de la Autoridad Palestina como por otros políticos israelíes. El exembajador en Sudáfrica, Alon Liel, y el exembajador en Francia, Daniel Shek, han comenzado a trabajar en una carta que critica el comportamiento del ministro para que sea firmada por otros diplomáticos. "Es escandaloso que el ministro de Exteriores hable de una manera abiertamente racista contra el 20% de los ciudadanos del país que supuestamente representa", ha anunciado Shek. Mientras tanto la Autoridad Palestina ha exigido el arresto y juicio de Lieberman porque "
representa una amenaza para la humanidad"; una obviedad que suena hasta ridículo tener que aclararla.
El 17 de marzo habrá elecciones en Israel y el voto se presenta particularmente fragmentado en esta ocasión. Por primera vez en años la interminable hegemonía de Netanyahu puede llegar a su fin. Pero esta esperada partida del Primer Ministro no debería alentar demasiado nuestros ánimos, pues parece haber una disputa de poder en juego y no verdaderas ansias renovadora.
© El País
Consideremos que algunos de sus detractores, como Yuval Diskin, ex jefe de Shin Bet (contraespionaje interior), lo critican no por haber aniquilado a miles de civiles en la última invasión a Gaza, o por mantener una belicosidad extrema contra Irán, o intervenir en la invasión de Siria, sino por no haber hecho lo suficiente para que todas estos actos fueran exitosos.
Por otro lado la fuerza de centroizquierda Unión Sionista (¡da un poco de miedo el nombre!) y la atomización del voto ciudadano en un sin número de partidos políticos de todo el espectro ideológico, plantea unas elecciones futuras inciertas. Sin embargo es importante comprender que la preocupación del ciudadano israelí, según los sondeos realizados, no parece estar centrada en los conflictos tenazmente alimentados por su actual liderazgo, sino más bien en lograr una mayor eficiencia para reducir los gastos a la hora de llevar adelante estas "campañas" y en consecuencia lograr un mejoramiento en la calidad de vida material de la ciudadanía.
El estancado proceso de paz en Oriente Próximo ha sido el gran ausente de la campaña, lo cual parece dar a entender que al ciudadano promedio no le preocupa demasiado el constante hostigamiento y aniquilación del Pueblo Palestino ni la provocación permanente de todos sus vecinos en la región.
Nacido en Argentina, Mauricio Santecchia es un Analista de Sistemas Informáticos especializado en consultoría en las áreas de Tecnologías de la Información y Comunicaciones.
Desde el año 2011 es parte del equipo de editores de SOTT.
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