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Quizá hayas oído que el presidente Putin hizo una llamada al presidente Obama el jueves 25 de junio. Como muchos en los medios de comunicación han señalado, esta llamada se produce varios meses después de la última vez que hablaron directamente, y tras muchos meses más de "alejamiento" y relaciones tensas entre los dos.

Según el sitio web del Kremlin, Putin y Obama conversaron sobre la crisis en Ucrania, la guerra en Siria en curso, el acuerdo nuclear de Irán y la creciente amenaza del terrorismo en la forma del "Estado Islámico". Fuera de esta discusión, dice el sitio web, se hizo un acuerdo entre los dos presidentes de que el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, y el Secretario de Estado estadounidense, John Kerry, celebrarían una reunión para discutir este último tema. También se acordó que la subsecretaria de Estado, Victoria Nuland y el viceministro de Relaciones Exteriores ruso Grigory Karasin estarían en contacto para discutir la implementación de los acuerdos de Minsk.

Sin embargo, como cualquier persona que ha estado siguiendo la evolución de estos puntos candentes podría predecir con razón, las reuniones y los debates venideros probablemente terminarán en nada; EE.UU. es implacable en su impulso enloquecido del dominio del mundo a cualquier precio. Y sabemos por muchas contramedidas de protección de Putin y el gobierno de Rusia - militar, económica y diplomáticamente - que ellos son muy conscientes de esto.

Así que ¿por qué hacer la llamada?


Dejando de lado esta pregunta por un momento, y la capacidad de Putin para participar en la realpolitik cuando se le necesita, una muestra del comportamiento occidental en la conversación será de utilidad.

Absurdidades y atrocidades

Desde el New York Times obtenemos esto:
[...] Sin embargo, funcionarios estadounidenses dijeron que el señor Obama se centró en la continuación de la guerra separatista en Ucrania fomentada por el apoyo de Moscú y presionó al Sr. Putin a acatar un acuerdo diplomático inestable conocido como el acuerdo de Minsk. La violencia se ha intensificado en las últimas semanas, incluso cuando Rusia no logró crear oposición entre los miembros de la Unión Europea que accedieron a renovar las sanciones económicas a Rusia por otros seis meses.

"El presidente Obama reiteró la necesidad de que Rusia cumpla sus compromisos en virtud de los acuerdos de Minsk, incluyendo el retiro de todas las tropas y el equipamiento rusos del territorio de Ucrania", dijo la Casa Blanca.
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¿Dónde están los representantes de Estados Unidos para ayudar a negociar los acuerdos de Minsk?
Por supuesto, lo que el artículo del New York Times no menciona es que tanto las conversaciones del Minsk I y el Minsk II fueron iniciadas por Rusia y ha sido Rusia quien se ha dirigido continuamente a Poroshenko y a Kiev para que respetaran los compromisos hechos en esos acuerdos. Las fuerzas de Novorrusia han retirado sus armamentos según los observadores de la OSCE - pero son las fuerzas de Kiev las que no sólo están acumulando artillería más pesada en las fronteras del este de Ucrania, sino que también han seguido bombardeando casas e infraestructuras civiles y matando a inocentes allí. Sólo los titiriteros en los EE.UU. tienen el poder de detener esto, pero en cambio, están suministrando armas y personal para entrenar a los militares de Kiev y, efectivamente, dándoles la luz verde para más violencia.

El Times también confunde la sugerencia errónea de que Rusia no pudo detener el conflicto en Ucrania con Rusia tratando de "crear oposición entre los miembros de la Unión Europea" en cuanto a su respuesta a las sanciones antirrusas. Pero la verdad es que estas sanciones no solamente no funcionan, sino que están impactando negativamente en los países de la UE que las han impuesto, los mismos países que han seguido al pie de la letra a los EE.UU. y su impulso demencial de "contener a Rusia" para preservar su hegemonía y su capacidad bélica.

Y todo esto porque Rusia apoyó a Crimea - una región que se identifica con la cultura rusa - en su auténtica búsqueda democrática de la autodeterminación y el deseo de no vivir bajo un gobierno instalado por Estados Unidos a través de un golpe de Estado y que los considera "infrahumanos". Por la forma en que la Casa Blanca describe la llamada en su portavoz, el New York Times, alguien en realidad podría pensar que los EE.UU. realmente dieron algún tipo de ayuda para mediar en los acuerdos de Minsk, cuando, de hecho, no lo hicieron.

Ah, y no hay tropas y equipamiento rusos que retirar del territorio ucraniano.

El artículo continúa:
La decisión del señor Putin de llamar al señor Obama y centrarse en Siria e Irán puede reflejar el deseo de hacer valer su continua importancia en el escenario mundial a pesar del aislamiento de Rusia y su fracaso en romper el consenso occidental sobre las sanciones.
Esta última parte es simplemente preciosa. Lejos de desear hacer valer su creciente importancia (puedes leer eso como que es políticamente ambicioso) por Occidente, como el artículo sugiere, Putin está tratando de hacer algo muy diferente al llamar a Obama, a lo que llegaremos en un momento. Pero el punto principal aquí es que cualquiera que haya seguido el desarrollo de Rusia en el BRICS, la Organización de Cooperación de Shanghai, sus nuevos acuerdos de gas con Turquía, entre otras cosas, sabe que Rusia no necesita de Occidente, en sentido estricto. Putin sólo quiere que EE.UU. deje de comportarse como el matón megalómano que es. Y, como lo indican todas las nuevas alianzas económicas y políticas del Presidente Putin, Rusia está lo más lejos posible de lo que llamaríamos "aislamiento" - como al New York Times le gustaría que pensáramos.

El artículo del Times concluye:
Los Estados Unidos y Rusia han estado en desacuerdo sobre Siria. Moscú apoya al gobierno del presidente Bashar al-Assad, y el Sr. Obama ha pedido su renuncia. Los funcionarios estadounidenses esperan que el Sr. Putin pueda ver el ascenso del Estado islámico como una amenaza suficiente para que ahora esté dispuesto a ejercer presión sobre Assad, pero también sospechan que su renovado interés en el tema pueda ser una forma de distraer la atención hacia Ucrania.
¡Uy! ¿Por dónde empezar? ¿Qué tal el hecho de que el presidente Bashar al-Assad fue y es el presidente democráticamente electo de Siria y EE.UU. no tiene derecho alguno a entrometerse en los asuntos de otros países? ¿O que la última vez que los EE.UU. y la OTAN pidieron la renuncia de un líder en el Oriente Medio fue en Libia; y que en nombre de la democracia y el humanitarismo estos asesinos literalmente destruyeron completamente a un país próspero? Luego está el hecho poco conocido de que a los saudíes e Israel (socios geopolíticos de Estados Unidos en el crimen) les gustaría ver que el nuevo gasoducto funcione a través de Siria, sin decir que Assad sea quien se beneficia del mismo. ¡Y tenga en cuenta la sutil insinuación de que Assad es de alguna manera responsable del Estado Islámico!

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Las vidas de los niños pequeños sirios se pierden. ¿Para qué?
Es remarcable tomar nota de todas las grandes mentiras en las que se basa este breve artículo del Times. A saber: el Estado Islámico es el invento de los EE.UU.: una fuerza delegada que ayuda a crear el pretexto para la guerra continuada y, en los últimos meses, para los bombardeos estadounidenses y la destrucción de la infraestructura y la muerte de inocentes en Siria, con el fin de que quizás eso pueda "combatir al EI". No importa el inusual número de veces que la ayuda militar lanzada por aire de Estados Unidos cayera "accidentalmente" en manos de los yihadistas. Además, no hay un "renovado" interés de Rusia en el tema de Siria, porque Rusia siempre ha estado - y nunca dejó de estar - comprometida con la resolución del conflicto allí, y apoyando a su líder elegido democráticamente.

Rusia no sólo calmó la ridícula amenaza de "línea roja" de Obama, básicamente, previniendo que el ejército estadounidense bombardeara Siria hasta el otro mundo, al estilo "shock y pavor", sino que también ayudó a que el mundo viera que Siria está bastante abierta y dispuesta a disponer de sus armas químicas. Este casi desastre se basa en la mentira perpetrada por Occidente de que Assad utilizó armas químicas contra su propio pueblo. Pero ahora sabemos que este ataque de falsa bandera fue llevado a Siria por cortesía de los servicios de inteligencia de Arabia Saudita.

Por último, por el amor de Dios, ¿qué significa la siguiente afirmación? "Los funcionarios estadounidenses esperan que el Sr. Putin pueda ver el ascenso del Estado islámico como una amenaza suficiente para que ahora esté dispuesto a ejercer presión sobre Assad". Como si Assad no fuera lo suficientemente serio sobre la lucha contra el Estado Islámico. Como si Putin de alguna manera no fuera consciente de lo peligroso que es el EI. Al igual que gran parte del pensamiento y la escritura que se hace pasar por buena política exterior y cobertura periodística legítima en los Estados Unidos, esta última afirmación de nuestros amigos de los medios corrientes es inequívoca y absolutamente absurda. Cuando Voltaire escribió: ''Los que pueden hacerte creer en absurdidades, pueden hacerte cometer atrocidades", estaba hablando precisamente de este tipo de desinformación puramente tóxica que es vomitada a diario por el New York maldito Times.


Entonces, ¿qué es lo que está pasando ahora?


Como si la crisis geopolítica de Ucrania y Siria fuera poco, en la actualidad, hay nuevos puntos críticos y pretextos para que las fuerzas de EE.UU./OTAN se impliquen militarmente, las cuales con diseñadas como intentos para atraer a Rusia a un conflicto abierto con ellos y los Estados vasallos de Occidente.

Por un lado: "La nueva guerra de Transnistria":


Así que Porky Poroshenko probablemente tuvo la directiva desde sus gestores de la CIA de bloquear a las fuerzas de paz rusas de Transnistria, dejándola lista para la anexión con Rumania, un miembro de la OTAN. Por lo tanto, cualquier acción tomada por parte de Rusia para mejorar la seguridad de esta región, ahora tenuemente autónoma, puede ser etiquetada como (lo adivinaste) "agresión rusa". Añade a esto el hecho de que Poroshenko designó al desgraciado de Mikheil Saakashvili a la posición de Gobernador de la provincia ucraniana Odessa. Este es el mismo Saakashvili quien, como ex Presidente de Georgia (así es, él ni siquiera es de Ucrania) ordenó el ataque de Osetia del Sur hasta que los militares rusos los expulsaron. Ni hace falta decir que Saakashvili es pro-Maidán, pro-OTAN, y pro-occidental. Él también es buscado por el gobierno de su propio país por cargos criminales.

Otro conflicto en proceso se encuentra en Kaliningrado. De F. William Engdahl aprendemos esto:
Parece que el Pentágono está considerando movimientos mucho más locos que simplemente devolver los misiles nucleares de gama media a Europa. De acuerdo a los piratas informáticos que lograron entrar en el sistema de las Fuerzas Armadas de Lituania, ese pequeño país báltico se está preparando para anexar militarmente la región rusa de Kaliningrado. Se lee como una fantástica reescritura de la película satírica de Peter Sellers de 1950, The Mouse that Roared [El ratón que rugió], con Lituania actuando en el papel del Gran Ducado de Fenwick, declarando la guerra en esta ocasión, no a los Estados Unidos, sino a la Federación Rusa.

Kaliningrado es hoy una provincia rusa de unos 960.000 habitantes étnicos rusos. Se convirtió en parte de la Unión Soviética en 1945, en la Conferencia de Potsdam, cuando los EE.UU. y el gobierno británico acordaron la transferencia a la Unión Soviética de la ciudad de Koenigsberg, rebautizada Kaliningrado, y el área adyacente a la misma.

Debido a la expansión de Washington de la OTAN hacia el este tras el colapso del Pacto de Varsovia, Kaliningrado se encuentra ahora entre los miembros de la OTAN, Polonia y Lituania, en el Mar Báltico. Debido a que es el único puerto ruso del Mar Báltico "libre de hielo" durante todo el año, juega un papel estratégico vital para albergar la Flota Naval del Báltico y tres bases de la fuerza aérea rusa.

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Cuando el gobierno de Bush anunció que iba a desplegar misiles de Estados Unidos en Polonia, en 2007, como parte de su actualización de misiles balísticos de defensa mejorada, las tensiones entre Moscú y Washington llegó a un punto de quiebre, ya que Rusia amenazó con desplegar armas nucleares en Kaliningrado, una amenaza que se retiró en 2009 como una respuesta a la finta de Obama, llamado "reset". Que la OTAN use a la diminuta Lituania hoy como su representante para apoderarse de Kaliningrado, equivaldría a una declaración de guerra nuclear contra Rusia.

De acuerdo con el portal lituano de noticias, Delfi, los documentos hackeados del Ministerio de Defensa de Lituania revelan que las maniobras de la OTAN que están en curso en la región proporcionarían la cortina para el ataque sorpresa. En este momento unos 2.100 soldados de la OTAN, de nueve Estados miembros y parte de la "Fuerza de reacción rápida" [Very High Readiness Joint Task Force (VJTF)], participan en ejercicios militares en el noroeste de Polonia. A finales de este verano, el "Allied Shield" [Escudo de aliados] de la OTAN se celebró también en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia, con la participación de 15.000 soldados de 19 estados miembros de la OTAN y tres países socios, entre ellos Suecia, a finales de este mes.
Por último, un nuevo frente contra Rusia y la estabilidad de Eurasia está siendo fomentado por los EE.UU. Esta vez en Armenia:
Como todas las revoluciones de colores, los partidarios de 'Electric Yerevan' están motivados por intereses geopolíticos concretos. Quieren instalar un gobierno antirruso que retiraría a Armenia de la Unión Económica Euroasiática y rompería la amistad histórica entre ambos estados, siguiendo el modelo liderado por las autoridades después del golpe del euromaidán. Pashinyan es muy crítico con todos los aspectos de la relación especial de Armenia con Rusia y tiene experiencia en la organización antigubernamental, de ahí su designación actual como líder de facto de la Revolución de Color. EE.UU. también quiere arrastrar a Rusia a un renovado conflicto militar por Nagorno-Karabaj, usando a los nacionalistas post golpe recién instalados, como Pashinyan, para agravar la situación con Azerbaiyán hasta el punto de una guerra abierta, en la cual Rusia, con sus obligaciones en el Organización del Tratado de Seguridad Colectiva para con Armenia, y su base militar 102a en Gyumri, inevitablemente sería absorbida. Los EE.UU. fallaron en persuadir a una intervención militar desastrosa de Rusia al estilo afgano en Ucrania después de los acontecimientos del euromaidán, pero eso no significa que no va a tratar de hacer lo mismo en el Cáucaso después de que "Electric Yerevan" sea potencialmente exitoso.
Así que la agresión de Estados Unidos dirigida hacia Rusia solamente se está intensificando...

Ok, entonces ¿por qué molestarse llamando a Obama?

Huelga decir que la poca información que estamos recibiendo de los medios de comunicación - incluyendo el sitio del Kremlin - no puede ser la historia completa de lo que realmente se dijeron ambos líderes. Lo que puede ser aún más importante a considerar es lo que se ha dejado sin especificar, pero ha sido insinuado con la llamada: ¿qué intención subyacente hay detrás de la llamada que fue hecha por el presidente Putin al presidente Obama? ¿Puede interpretarse correctamente como un gesto de algún significado?

Por debajo de la discusión de los diferentes temas mencionados, creo que hubo un conjunto de preguntas que Putin le planteó a Obama: "¿Está usted y su gobierno diciendo la verdad? ¿Realmente usted, sus militares, la OTAN y sus aliados manipulados en Europa van a continuar en este camino que los dos sabemos que nos lleva rápidamente al límite? ¿Hay alguna cosa que se pueda decir o hacer, aparte de capitular ante sus demandas hegemónicas, que pueda evitar el desastre total al que todas sus acciones están llevando? Probablemente no me doy cuenta, pero me siento obligado a preguntar porque, bueno, sus acciones - y las respuestas que tendré que dar para proteger a mi país - pueden traer el sufrimiento y la muerte de muchos. Sí, mis declaraciones públicas sobre sus políticas han sido afiladas e inequívocas, pero hemos estado analizando la situación desde hace varios años y estamos expresando lo que vemos. ¿Puede honestamente decirme que estoy equivocado?"

El presidente Putin también podría haber "dicho": "Mire, le estoy llamando y tratando TODAVIA de trabajar con usted y su gobierno, incluso cuando sé que está mintiendo sobre el tratado de misiles, su propósito para la expansión de la OTAN, su golpe de Estado en Ucrania, las falsas acusaciones detrás del MH17, sus hombres matando a Boris Nemtsov para que se vea como si nosotros matamos a nuestros opositores políticos aquí, su imposición de sanciones económicas y socavar nuestra industria petrolera para destruir nuestra economía, acusándonos de agresión aunque fuimos NOSOTROS quienes iniciamos los protocolos de Minsk y son tus muchachos en Kiev quienes los están rompiendo, quitándome fuera del G-8, y así sucesivamente. Así que estamos cerca del punto de no retorno aquí (si ya no hemos llegado a ese punto) y parece que ustedes van aún más lejos - ahora con Transistria, Kaliningrado y Armenia. ¿Qué es lo que esperas que haga? Ya debe saber que no queremos conflicto, pero nos estamos preparando si se debe llegar a eso. Habla conmigo. Estoy aquí".
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Porque, incluso si Putin sabe por experiencia pasada y presente que EE.UU. es un socio totalmente poco fiable en la búsqueda de soluciones constructivas a las crisis analizadas en su llamado a Obama (y que EE.UU. es en realidad la causa de la mayoría de ellos), el hecho es que cualquier líder que siente un verdadero sentido de responsabilidad hacia su pueblo - y para la humanidad en general - haría absolutamente todo en su poder para evitar estos conflictos, y la matanza catastrófica que se cierne como resultado de ellos. Bastante simple, ¿eh? Y, sin embargo, en el fondo del asunto existe una disposición psicológica fundamentalmente diferente distinguiendo a los dos líderes, lo que habla de la esencia misma de quienes son, los países que representan, y en gran medida el grado incomparable de cordura que los divide.