El fracaso en el intento de construir un muro de hielo subterráneo para evitar nuevos vertidos de agua radiactiva al mar y la falta de medidas más drásticas por parte del gobierno, ponen en duda las verdaderas intenciones de las corporaciones energéticas japonesas en el caso Fukushima.

Un reporte revelado por la Tokyo Electric Power Company (TEPCO) a mediados de julio de este año revela un aumento exponencial en el océano de los niveles de estroncio tras la construcción y puesta en funcionamiento del muro de hielo, informa el experto nuclear Arnie Gundersen en un video para la organización Fairewinds.
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© REUTERS/Yomiuri

Los intentos de evitar que sustancias radiactivas como cesio, estroncio y plutonio entren en contacto con el mar han sido calificados por Gundersen de "fracaso completo". "Es imposible evitar el flujo de dichas sustancias y lograr la limpieza total de las áreas afectadas tomará al menos 100 años y no treinta como lo afirma el Gobierno japonés y la TEPCO", explica el ingeniero nuclear.

En su afán por desmantelar completamente la central nuclear, Japón no ha evaluado adecuadamente los costos y la infraestructura que implica el manejo de los residuos radioactivos, así como los riesgos para los trabajadores y el medio ambiente, según plantea el vídeo de Fairewinds.

Mientras no exista una reglamentación adecuada en lo que respecta al manejo del material radiactivo y los gobiernos continúen estimulando el uso de la energía nuclear, las repercusiones para el medio ambiente y el ser humano serán irremediables. En pocas palabras, según Arnie Gundersen: "La respuesta no tiene nada que ver con la ciencia, es cuestión de política y dinero"