La creciente ola de migrantes y refugiados de África y Medio Oriente que llegan a Europa significa que cada día más y más menores de edad arriban solos.


Vulnerables y severamente endeudados con los traficantes de personas, enfrentan un destino de incertidumbre y explotación.

Muchos se ven forzados a vender sus cuerpos, algunas veces por un plato de comida.

Katya Adler, editora de asuntos europeos de la BBC, siguió de cerca a algunos de estos adolescentes en su rutina diaria por sobrevivir en Italia.

Sin embargo, la escena se repite en muchos callejones y rincones oscuros de Europa.