Como cada mes de noviembre, el firmamento nos ofrece un espectáculo celestial. Esta noche saldrán a bailar las 'Leónidas', una lluvia de estrellas que lanzará hasta 30 estelas fugaces por hora, haciendo las veces de fuegos artificiales en una gran fiesta astral.
Imagen
Las Taúridas de la semana pasada sólo fueron las teloneras del gran desfile de estrellas que vamos a presenciar esta misma noche con la tradicional lluvia otoñal de las 'Leónidas'. Estos meteoros, que reciben su nombre porque parecen salir de la constelación de Leo (el término significa: 'Hijo de León' y sí, es el mismo nombre que el que tiene el Rey de Esparta en '300'), son muy rápidos y coloridos: tienen la cola en tonos rojos y, sin embargo, la estela que dejan a su paso es verde, mientras que la cabeza es azul brillante. Por eso se dice que parecen fuegos artificiales.

El origen real de las Leónidas es el cometa Temple Tuttle (su salida de la constelación es sólo una apreciación de nuestra vista), cuyo rastro de polvo cometario nos deslumbra cuando la Tierra entra dentro de su órbita. Lo hace justo en el mes de noviembre, entre el día 6 y el día 30, pero es en los días centrales, el 17 y el 18, cuando mejor se pueden ver los restos fugaces.

A veces, la luna llena en pleno esplendor puede impedir que su observación sea buena pues, como en cualquier tipo de representación, es mejor apagar las luces. Este año tenemos la tremenda suerte de que la fase lunar nos es favorable (está en cuarto creciente) y, si el cielo continúa tan despejado como en los últimos días, podremos asfixiarnos con la contaminación que provocan temperaturas tan altas e impropias del otoño, sí; pero también podremos disfrutar de una noche digna de un sueño de verano.

Aunque nos parezca mucho, la frecuencia de 30 estrellas fugaces a la hora no es tan alta como la de otros años (suele rondar las de las 40 a las 100) y no es nada comparado con la intensidad que alcanza cada 33 años (aunque este intervalo puede variar). La última gran lluvia de Leónidas se registró en 1999 (imagen inferior), con unos datos superiores a lo esperado: entre 3.500 y 5.000 meteoros a la hora.

De cualquier forma, aunque menos intenso, seguirá siendo, junto a las Perseidas, un bellísimo fenómeno por el que merecerá la pena ponerse el despertador a las ¡04:55 horas!, momento en el que estará en su máximo goteo.