Hitler
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El libro más polémico de la historia alemana, Mi lucha, de Adolfo Hitler (1889-1945), volverá a ser publicado en Alemania 70 años después de la muerte de su autor en una edición comentada y analizada de manera científica.

Hitler lo escribió en 1924, cuando cumplía condena en el penal de Landsberg por un fallido golpe de Estado, en noviembre de 1923. En el escrito plasmó sus ideas políticas, muchas de las cuales las tomó de otras fuentes que se cuidó de citar.

Antisemita fanático, Hitler era gran admirador de las teorías raciales surgidas a mediados del siglo XIX en Francia, muy populares en círculos nacionalistas de derechas de varios países europeos.

Esas teorías postulaban la superioridad de la raza aria, cuyos máximos representantes eran a ojos del Führer los pueblos germánicos. En esta cosmovisión, los judíos jugaban un papel degradante en la historia de la humanidad.

El panfleto contiene las líneas básicas de la posterior política que llevó a Hitler a invadir Europa y que algunos detractores descubrieron tempranamente.

Al principio, el libro no fue tomado en serio por los partidos democráticos. El primer tomo salió a la venta en julio de 1925 y el segundo le siguió en diciembre de 1926. Hasta el otoño de 1944, a menos de un año del fin de la Segunda Guerra Mundial, la edición de Mi lucha ascendía a 12.4 millones de ejemplares.

El gobierno militar estadunidense traspasó los derechos de autor al estado de Baviera, que desde entonces ha impedido la publicación del libro en Alemania.

Esos derechos expiraron a finales de 2015, 70 años después de la muerte de Hitler.

La proscripción durante ese tiempo convirtió al libro en un mito, opinó el periodista Sven Felix Kellerhoff. Las prohibiciones hacen que todo parezca más atractivo, dijo.

Bestseller con millones de lectores

Kellerhoff echa por tierra algunas de las leyendas en su libro Mi lucha: la carrera de un libro alemán. Entre ellas, el mito de que era un éxito de ventas, pero que en realidad nadie leyó.

La obra de cerca de 800 páginas fue bestseller en Alemania, con millones de ejemplares vendidos y un número similar de lectores.

Kellerhoff cita dos sondeos realizados tras la guerra por el gobierno militar estadunidense, según los cuales uno de cada cinco alemanes había leído el libro de forma parcial o completa. Por lo menos 12 millones de alemanes conocían el libro de Hitler por su propia postura política y no de forma superficial.

Las expectativas de Hitler de sanear rápidamente sus finanzas con la venta de Mi lucha se vieron frustradas. En los primeros cuatro años fueron vendidos 23 mil ejemplares. Las ventas se dispararon con los éxitos electorales del Partido Nacionalsocialista a partir de 1930.

Tres años más tarde, con el ascenso de los nazis al poder, fue vendido el millonésimo ejemplar. El libro fue todo un negocio para Hitler, especialmente porque no se tomó al pie de la letra el pago de impuestos.

Kellerhoff estimó que pese a ser de poco valor intelectual, el libro satisfizo las expectativas de los lectores con sus nociones de higiene racial y del espacio vital.

Encajó perfectamente con las pasiones que impulsaban a círculos nacionalistas y antisemitas, además de hacerlo con una retórica avasalladora.

Setenta años después, será presentada hoy en Munich la primera edición comentada y analizada científicamente de Mi lucha.

Se trata de una edición comentada por especialistas del Instituto alemán de Historia Contemporánea tras una minuciosa labor de tres años.

El libro siempre existió. De hecho siempre ha habido formas de conseguirlo, señaló Christian Hartmann, director del proyecto.

"Se encuentra en tiendas de anticuario, en Internet. Los derechos de traducción al inglés fueron vendidos en 1933 y está traducido a muchos idiomas.

Ahora por fin contaremos con una edición crítica, dijo Hartmann. Es difícil refutar una mezcla tan demencial, reconoció Hartmann sobre su labor. El problema de base fue que Hitler partía de una imagen del mundo completamente diferente. Tuvimos que probar en el fondo que la Tierra no era plana.

La ministra alemana de Educación, Johanna Wanka, y la Federación de Docentes de Alemania abogaron por el uso de la edición comentada en las escuelas. El manejo profesional de fragmentos en clase puede ser un aporte importante para inmunizar a los jóvenes frente al extremismo político, opinó el titular de los docentes, Josef Kraus.

Sin embargo, también se elevaron voces críticas como la de Charlotte Knobloch, presidenta de la comunidad israelita de Munich.

El libro es una caja de Pandora (...) No se puede predecir los efectos que tendrá. Más de uno podría tomar en serio las palabras de Hitler.

Los ministros de Justicia de los 16 estados federados de Alemania resolvieron que seguirá prohibida la distribución de ejemplares no comentados de Mi Lucha.