El PSOE confirma el acuerdo para que el exlehendakari socialista sea investido presidente de la Cámara mientras Mariano Rajoy renuncia a presentar candidato y asume que el PP tendrá dos Vicepresidencias y una Secretaría de la Mesa. Según el acuerdo, el PP tendrá tres puestos en la Mesa; el PSOE, dos contando la presidencia; Ciudadanos otros dos; Podemos, uno; y las confluencias catalana, valenciana y gallega, otro. Pablo Iglesias critica el pacto: "Los tres del búnker comienzan a cabalgar".
Patxi López
© EFEEl exlehendakari socialista, Patxi López.

Patxi López será el nuevo presidente del Congreso. La lucha entre PSOE y PP por presidir la Cámara ha conllevado una negociación sobre los puestos de la Mesa del Congreso, cuya composición tiene que aprobarse este miércoles 13 de enero en la primera sesión de la Cámara baja. El acuerdo, alcanzado dos a dos mediante un pacto de PSOE y Ciudadanos y los de Albert Rivera y Mariano Rajoy, para que López releve a Jesús Posada se ha cerrado, según han confirmado tanto el PSOE como Ciudadanos, este martes por la tarde. Esta decisión cierra la puerta a la pretensión de Podemos de garantizar grupo parlamentario propio a las confluencias catalana, gallega y valenciana, que había puesto esta condición a cambio de su apoyo a López.


Mariano Rajoy, por su parte, ha asumido ante la Junta Directiva de su partido que no presentará candidato a presidir el Congreso. Según el acuerdo difundido por la Cadena SER, el PP tendrá tres puestos en la Mesa; el PSOE, uno además de la presidencia; Ciudadanos, dos; Podemos, uno; y otro las confluencias en las que participa Podemos.

Los representantes del PP en la Mesa del Congreso, según ha comunicado esta misma tarde el presidente del partido a su junta directiva, serán Celia Villalobos (vicepresidenta primera), Rosa Romero (vicepresidenta) y Alicia Sánchez Camacho (secretaría). El PSOE, además de Patxi López como presidente, tendrá a Micaela Navarro como vicepresidenta. Podemos contará en el órgano con una vicepresidenta, Gloria Elizo, y un secretario en nombre de las confluencias: Marcelo Expósito, de Barcelona en Comú. Ciudadanos no ha desvelado aún quiénes serán sus representantes en la Mesa.

Según la confirmación del PSOE, "hay un principio de acuerdo PSOE-Ciudadanos para que Patxi López sea presidente. Acuerdo al que se puede unir el PP por necesidad. Pedro Sánchez se ha reunido con Rivera y Pablo Iglesias. Hemos priorizado la máxima pluralidad en la Mesa y el diálogo con todos. Queríamos acuerdo con Podemos pero ha sido imposible porque han priorizado sus exigencias orgánicas y tensiones internas para tener cuatro grupos, algo que no era posible. El PSOE no votará a los candidatos del PP".

El propio Pedro Sánchez lo ha confirmado este martes por la tarde cuando ha acudido a recoger el acta de diputado, y ha anunciado que los socialistas votarán a los candidatos de Ciudadanos y viceversa. Los diputados de Ciudadanos, por su parte, harán lo propio con los del PP, que no presentarán candidatos para la presidencia como ha confirmado el propio Rajoy. Los socialistas pierden un puesto en la Mesa del Congreso, donde inicialmente pretendían que estuviera también Pilar Cancela, número dos del PSOE de Galicia.

Fuentes de la Ejecutiva socialista habían confirmado por la mañana a eldiario.es que López tenía todas las posibilidades. La dirección de Ciudadanos también se ha deshecho en elogios hacia el socialista vasco. Su vicesecretario general, José Manuel Villegas, reconocía este lunes que el exlehendakari era "un buen candidato" para presidir la Cámara. Además, el partido de Rivera siempre se ha mostrado a favor de que el nuevo Parlamento reflejara en sus órganos de gobierno la pluralidad de los resultados de las últimas elecciones.

Hasta ahora, el PP sigue manteniendo que el hecho de haber sido el partido más votado el pasado 20 de diciembre le confería la legitimidad para ostentar también la presidencia del Parlamento. De hecho, Jesús Posada no ha escondido su aspiración de seguir en el cargo cuatro años más. Así, todo hace pensar que esta tarde Rajoy volverá a anunciar su nombre como candidato ante la Junta Directiva de Génova, aunque el miércoles no salga victorioso de la votación.

A partir de las 10.00, los nuevos diputados introducirán la papeleta con el nombre en la urna. En una primera ronda, el elegido debe recabar la mayoría absoluta con 176 apoyos. Si no lo logra, la segunda ronda se disputa entre los dos candidatos, por lo que gana quien obtenga la mayoría simple.

La configuración del nuevo Congreso enfrenta a PSOE y Podemos dificultando la gobernabilidad

Ya nadie en Podemos habla de "socialistas razonables". La distancia entre ambas formaciones se ha hecho palpable durante la sesión constitutiva de las cámaras, cuyo resultado ha sido la elección de Patxi López como presidente de un Congreso en cuya organización interna tendrán mayoría PP y Ciudadanos (siempre y cuando decidan actuar conjuntamente).

Los diputados de Pablo Iglesias han interpretado que la decisión del PSOE de apoyarse en Partido Popular y Ciudadanos supone un paso infranqueable para que Pedro Sánchez pretenda contar con ellos en una virtual investidura.

En el PSOE, sin embargo, siguen decididos a intentarlo con Podemos. En el grupo parlamentario socialista se muestran convencidos de que el paso del tiempo abrirá de nuevo esa vía. Fuentes socialistas aseguran que "ahora es el tiempo para que Mariano Rajoy intente recabar los votos para ser presidente". La lógica parlamentaria señala que Rajoy tendrá que someterse a la investidura en dos ocasiones, con pocas probabilidades de éxito en ninguna de ellas. Mientras todo esto vaya sucediendo, el PSOE espera recuperar espacios de entendimiento con Podemos para no abocar este momento parlamentario a una irremediable convocatoria de elecciones.

En el otro lado, nada indica que Podemos tenga en esta ocasión intención alguna de cambiar de criterio. El desacuerdo con el PSOE a Iglesias le ha generado por el momento un importante geroglífico sobre cómo organizar su grupos parlamentarios y qué hacer con los diputados de las confluencias que se presentaron con mayor o menor vinculados a sus siglas.

El diputado y miembro de la mesa por En Comú, Marcelo Epxosito ha sido uno de los muchos que al prometer el cargo han realizado revindicaciones sobre la diversidad del Estado. "Prometo trabajar por un proceso que reconozca la diversidad de soberanías", proclamó Expósito, entre murmullos y algún silbido en las bacandas del PP.

Podemos y sus socios tienen ahora un plazo de cinco días para decidir si insisten en su reclamación de cuatro grupos o buscan nuevas fórmulas, ante la cerrazón de PSOE, Partido Popular y Ciudadanos. En la búsqueda de esa alternativas han trabajado ya diputados de Podemos, las confluencias e Izquierda Unida durante las pausas de la sesión en las que no han faltado corrillos y negociaciones de pasillo.

La dificultad de Sánchez para evitar elecciones

Pese a sus 90 escaños, el PSOE de Pedro Sánchez no ha conseguido quitarse de encima la presión que les sitúa como único eje posible para evitar elecciones. La estrategia de los socialistas a partir de ahora será intentar trasladar parte de esa presión al partido de Iglesias. En Ferraz están convencidos de que a Podemos no le conviene figurar como la formación que pudo generar un Gobierno de izquierdas y prefirió nuevas elecciones. En Podemos, no lo ven igual.

Durante su discurso a los diputados, el nuevo presidente del Congreso afirmó: "Debemos ser guardianes y garantes de la pluralidad". Las palabras de Patxi López, que este miércoles será recibido por el rey, no pasaron desapercibidas para los diputados de las confluencias que en pasillos comentaban que "el PSOE se quiere quedar con el discurso de la diversidad mientras la impide".

La propuesta socialista para reconducir su situación con Podemos pasa por una reforma del reglamento de la cámara que permita la creación de subgrupos parlamentarios, dependientes del grupo mixto. Se trata de un modo de garantizar que formaciones como En Comú-Podem (la más votada en Cataluña) tenga acceso a tiempo para los debates pero sin disfrutar de las aportaciones económicas que supone tener un grupo propio.

De no haber acuerdo entre PSOE y Podemos, todo indica que habrá que repetir elecciones. La estrategia de Sánchez, en caso de desacuerdo, pasa por intentar cargar en la espalda de Podemos la responsabilidad de la repetición de elecciones.

Mientras tanto Ciudadanos tiene ante sí el papel de bisagra para casi todo. El mayor temor de los de Rivera es una nueva convocatoria electoral. En ese miedo confía el PSOE para dar por segura la abstención necesaría que haría a Pedro Sánchez presidente, si finalmente consigue resucitar el pacto a la portuguesa que ahora parece enterrado.