Aunque los Gobiernos de Colombia y EE.UU. celebraron los resultados de la iniciativa, el plan tuvo algunas consecuencias inesperadas que ponen en duda su éxito.

En el marco de una reunión entre los presidentes Barack Obama y Juan Manuel Santos para el lanzamiento del programa Paz Colombia, sucesor del Plan Colombia, aplicado durante 15 años, algunas dudas se cruzan con las declaraciones públicas sobre la efectividad del programa de cooperación.


Para Santos, el plan implementado para combatir el tráfico de droga y enfrentar los problemas internos de Colombia, que costó la vida de unas 200.000 personas, fue "un instrumento muy útil y efectivo", publica la BBC. Mientras que para John Kerry, secretario de Estado de la Casa Blanca, ayudó a transformar al país sudamericano en una "democracia institucional fuerte con niveles de violencia históricamente bajos".

No obstante, mientras se negocia extender la cooperación para los próximos años, aparecieron algunas zonas grises:
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© US Marine Corps / Paul Peterson
Aumentó la superficie de producción de coca

El uso de glifosato para fumigar más de 1,6 millones de hectáreas no dio el resultado esperado, ya que además de exponer a la población a los efectos cancerígenos del químico, la superficie cultivada con coca pasó de 48.000 hectáreas en 2013 a 69.000 en 2014.


Por otra parte, el Plan Colombia convirtió el narcotráfico en una actividad más fragmentada y, por lo tanto, más difícil de combatir.

Incremento del número de víctimas

Pese a que algunos índices se redujeron, al contrario de lo buscado en los primeros ocho años del Plan Colombia aumentó la cantidad de víctimas del conflicto interno. De acuerdo con la Unidad para las Víctimas, citada por la BBC, en 2008 hubo más de 800.000 personas que padecieron el conflicto interno, mientras que de un total de 7,8 millones de registrados por el organismo cerca del 75% se incorporaron mientras el Plan estuvo en vigencia.

Violaciones de los derechos humanos

Los más afectados por el Plan Colombia fueron los civiles. Así lo afirmó el sociólogo colombiano Ricardo Vargas Meza, quien cuestionó las "medidas contra civiles, como el control de comida", implementado para impedir que lleguen provisiones a los guerrilleros.

Incluso la organización no gubernamental Oficina de Washington sobre América Latina (WOLA por sus siglas en inglés) advirtió que servicios de inteligencia participaron de operaciones en las que civiles fueron asesinados por militares, que hicieron pasar las muertes por bajas de rebeldes.

La minería ilegal: nueva fuente de ingreso para los guerrilleros

Este tema "nunca estuvo en los cálculos del Plan Colombia", afirmó Vergas Meza, ya que las fuentes de financiación identificadas de los grupos insurgentes eran el narcotráfico, la extorsión y el secuestro.

El problema, continúa BBC, se agudizó desde 2007 con el aumento de los precios de las materias primas.

Una nueva amenaza: los grupos posdesmovilización paramilitar

La desmovilización de estas facciones, acordada con el Gobierno entre 2003 y 2006, tuvo un éxito parcial, ya que cerca del 15% de sus integrantes se organizaron en nuevas bandas criminales dedicadas al narcotráfico, la extorsión y otras actividades delictivas. Para combatirlas, el Gobierno llegó a autorizar bombardeos, puesto a que en el marco del proceso de paz estos sectores son considerados como la principal amenaza.

De soldados a mercenarios

Los militares colombianos alcanzaron un alto nivel de profesionalización que incluso sirvió como escuela para otros países. Esto, que podría considerarse como un éxito notorio, también tuvo efectos adversos, como el hecho de que miembros del Ejército abandonen las filas para ofrecer sus servicios como mercenarios, por ejemplo, uniéndose a las fuerzas armadas de Emiratos Árabes Unidos para combatir en Yemen.

El modelo no es exportable

Pese al deseo de EE.UU. de aplicar planes similares en otros países y regiones como Afganistán, México o América Central, la realidad demostró que cada caso concreto requiere una estrategia particular.

Poca influencia sobre el proceso de paz

Es la última duda que plantea la BBC sobre el éxito del Plan Colombia, ya que desmitifica la creencia de que la iniciativa colaboró con el acercamiento en La Habana entre el Gobierno y las FARC.

En ese sentido, Virginia Bouvier, del Instituto de Paz de Estados Unidos, aseguró que si una injerencia tuvo el Plan Colombia fue la de "postergar el proyecto de paz -ya estaba en marcha cuando se impuso la cooperación de EE.UU.- una década"