Un atentado suicida ha causado una veintena de muertos y tres centenares de heridos a primera hora de este martes en Kabul, según la cadena privada Tolonews. Los talibanes se han responsabilizado de forma inmediata del ataque que, aseguran, iba dirigido a la Dirección Nacional de Seguridad, la principal agencia de espionaje afgana. El objetivo elegido envía un poderoso mensaje de rechazo a los intentos del presidente afgano, Ashraf Ghani, de abrir un diálogo con el grupo insurgente para poner fin a tres lustros de conflicto.

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© Rahmat Gul APUn soldado afgano este martes en la zona de Kabul donde se ha registrado un atentado suicida

En medio de la confusión que ha seguido a la explosión, las autoridades sanitarias han confirmado el ingreso en diversos hospitales de 327 personas. Las cifras de muertos oscilan entre 7 y 20, según las fuentes, porque el recuento de víctimas continúa.

"Condenamos de manera enérgica el ataque terrorista que ha causado muchos mártires y heridos entre nuestros compatriotas", ha declarado Ghani en un comunicado. "Acciones cobardes de esa calaña no van a debilitar la voluntad y determinación de las fuerzas de seguridad afganas para luchar contra el terrorismo".

Al parecer un coche bomba, conducido por un terrorista suicida, ha hecho explosión en el portón de entrada a la DNS, un edificio situado en el céntrico barrio de Puli Mahmud Khan, justo a espaldas del Palacio Presidencial y a apenas dos kilómetros en línea recta del cuartel general de la Operación Resolute Support, heredera de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad. A ambos lados de ese complejo, se sitúan las embajadas de España y de Estados Unidos. Ninguna de esas tres sedes ha resultado afectada.

En su página web en pastún, los talibanes explican que su objetivo era el Departamento 10 de la DNS, una unidad que se ocupa de la protección de ministros y otros altos cargos del Gobierno. El mismo texto afirma que varios militantes lograron penetrar en el supervigilado complejo. Aunque no es posible verificar ese extremo, las agencias de noticias se han hecho eco de un tiroteo que ha durado media hora larga después de la primera explosión. El Ministerio del Interior ha confirmado que al menos un atacante ha sido abatido durante el enfrentamiento. Imágenes difundidas con posterioridad muestran las ventanas reventadas del edificio de la DNS.


Se trata del primer gran atentado desde que los insurgentes declararon el inicio de su ofensiva de primavera hace una semana. Aunque no es el primero que intentan. Según recuerda el analista afgano Bilal Sarwary, en los últimos días la DNS había desactivado en la capital al menos dos acciones similares atribuidas a la red Haqqani, un grupo asociado con los talibanes pero que mantiene un mando independiente.

La nueva ofensiva llega a pesar de los esfuerzos de Kabul por iniciar negociaciones para acabar con el conflicto civil que lastra Afganistán. Pero los talibanes han recuperado ímpetu desde la retirada de la mayoría de las fuerzas de combate extranjeras a finales de 2014 y, según los expertos, están en la mejor situación desde 2001, cuando la intervención de EEUU los desalojó del poder. Al menos 5.500 soldados y policías murieron el año pasado combatiendo a los insurgentes, cuya renovada actividad suscita dudas sobre la capacidad de las fuerzas afganas para hacerles frente.