El presidente de Ecuador, Rafael Correa, cifra el daño provocado por el terremoto y habla de "enormes pérdidas".
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Al referirse al devastador impacto de la catástrofe en la economía del país, Rafael Correa ha calificado las pérdidas de "multimillonarias". "Calculo grosso modo 3.000 millones de dólares, un 3% del Producto Interno Bruto y eso significa reconstrucción de años. Es una lucha larga, por eso invito a no desanimarnos", ha declarado el mandatario tras una reunión con varios ministros en Portoviejo, una de las localidades más afectadas del país, informa Andes.

El presidente ecuatoriano ha expresado sus condolencias a los residentes del balneario de Canoa. El 80% de las construcciones de la localidad ha desaparecido como consecuencia de los sismos. "Es un pueblo fantasma", ha lamentado Correa. El mandatario ha admitido las dificultades existentes para acceder a la localidad.

Un terremoto de magnitud 7,8 en la escala abierta de Richter azotó el norte de la región costera de Ecuador el pasado 16 de abril, cobrándoselas vidas de 443 personas. Además, el sismo tuvo una serie de fuertes réplicas. El epicentro se ubicó a unos 165 kilómetros de la capital ecuatoriana, Quito. Mientras tanto, las labores de rescate continúan por todo el país y todavía hay esperanza de que bajo los escombros se encuentren personas con vida.


Rescatan a un superviviente dos días después del terremoto

Los rescatistas han logrado salvar la vida del gerente de un hotel atrapado bajo los escombros del edificio en la localidad ecuatoriana de Portoviejo (Manabí) casi dos días después del sismo. El hombre consiguió hacer una llamada telefónica gracias a la cual fue localizado por los equipos de emergencia. Esta historia ha dado esperanzas a los familiares de los ecuatorianos cuyo paradero se desconoce aún.


La mayor tragedia de los últimos 67 años en Ecuador

El terremoto fue calificado como "la mayor tragedia de los últimos 67 años". El epicentro del sismo se ubicó en una zona entre las ciudades de Pedernales y Cojimíes, en la provincia de Manabí, a 20 kilómetros de profundidad. A este sismo devastador le siguió una serie de fuertes réplicas.

El presidente Rafael Correa ha decretado el estado de excepción y ha proclamado la movilización nacional ante la situación de emergencia. El 18 de abril el mandatario anunció que el número de víctimas por el desastre ascendía a 413, y que los trabajos de restauración después de la catástrofe supondrán un gasto de "miles de millones de dólares".