MONTEVIDEO (Sputnik) — La sociedad guatemalteca no puede seguir tolerando la explotación sexual en el país, donde hay unas 48.600 víctimas por este fenómeno, dijo a Sputnik Nóvosti la representante de Unicef Guatemala, Mariko Kagoshima."Hay niñas de 12 años encerradas (en prostíbulos) que atienden hasta 30 clientes por servicios sexuales (en un mismo día) cuando deberían estar en la escuela. La sociedad no debe permitirlo", dijo a esta agencia Kagoshima.
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El jueves, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Comisión Internacional contra la Corrupción en Guatemala (CICIG), presentaron un
estudio que revela que 48.600 personas son víctimas de explotación sexual en Guatemala.
"El 64% de esas 48.600 víctimas son mujeres y el 57% son menores de edad: niños, niñas y adolescentes", señaló Kagoshima, quien calificó de alarmantes estos datos porque significa que "diariamente alrededor de
33 personas están cayendo en manos de tratantes".La representante de Unicef en el país centroamericano expresó su preocupación por la "tolerancia de la sociedad" guatemalteca, que ve al fenómeno como algo normal, y dijo que una de las razones por las que se realizó el estudio es porque
"todos sabemos que existe la explotación sexual, pero ocurre en lugares que no vemos o no queremos ver"."Queríamos saber el número (de personas afectadas), el perfil de víctimas, quién está detrás de esto y qué papel juegan las instituciones", añadió Kagoshima a esta agencia.
El estudio estima que las ganancias ilícitas generadas por este delito alcanzan los 1.600 millones de dólares, lo que equivale al 2,7% del Producto Interno Bruto (PIB) del país,
más del presupuesto total de educación para la niñez y la adolescencia, estimado en 1,44% del PIB en el 2014.Por su posición geográfica y la precaria economía de los países de la región, Guatemala es vulnerable a la trata de personas con fines de explotación sexual, "pues muchas personas guatemaltecas, centroamericanas y de otras naciones buscan trasladarse hacia los países del norte, especialmente Estados Unidos", precisa el informe.
La intensificación de los flujos migratorios en los últimos años ha hecho que Guatemala sea "origen, tránsito y destino de los migrantes centroamericanos, por lo que las mujeres que están cruzando la frontera están siendo captadas (por tratantes)", añadió Kagoshima.
El estudio también evidencia que otras mujeres, principalmente de Colombia, Honduras, El Salvador y Nicaragua, "son explotadas (por las redes internacionales de prostitución) en Guatemala", continuó la experta de Unicef.
"La presencia de redes de tratantes nacionales e internacionales del crimen organizado dedicadas a este delito constituye un grave problema de seguridad ciudadana
porque corrompe a funcionarios del sistema de seguridad y justicia por las cuantiosas ganancias obtenidas en esta actividad ilícita", añade el estudio.
Medidas para combatir la explotación sexualAlgunas de las medidas que Guatemala tiene que llevar a cabo para combatir este delito es "fortalecer la institucionalidad de los gobiernos y tener un mejor control policial, ya que hay policías que
filtran información cuando hay alguna inspección en centros nocturnos (prostíbulos), utilizan esos servicios y han violado a niñas", dijo Kagoshima.
También la Secretaría de Bienestar Social, responsable de proteger la infancia, debe mejorar sus servicios, ya que carece de una respuesta coordinada, agregó la representante de Unicef.
El informe "Trata de personas con fines de explotación sexual en Guatemala" asegura que este delito conlleva consecuencias
devastadoras para las víctimas, como traumas físicos y psicológicos, enfermedades sexuales, desnutrición, aislamiento social, y en algunos casos el suicidio o la muerte en manos de explotadores o de clientes.
Comentario: Es en realidad extremadamente triste cuando explotar a una persona genera más ganancias que las que invierte el país en educar a esas mismas personas. Es uno de esos casos que nos deja sin palabras sintiéndonos completamente impotentes, llenos de rabia y desconcierto por la terrible situación en la que vive nuestra sociedad.
La forma en la que el estudio concluye que la misma fuerza policial es partícipe de esta tendencia tan macabra es un reflejo de cómo se manejan estos círculos, no sólo en Guatemala sino en el mundo entero. Países que no se encuentran sumidos en la pobreza y violencia que Guatemala experimenta sufren de la misma enfermedad. En Reino Unido se hace cada vez más claro que altos funcionarios gubernamentales son partícipes de la misma clase de explotación.