El presidente de Siria, Bashar al-Asad, revela confesiones de países árabes sobre su temor a la reacción de EE.UU. y Arabia Saudí si expresan apoyo al Gobierno sirio.
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"Algunos Gobiernos árabes mantienen contactos con nosotros en secreto y nos cuentan explícitamente que tienen miedo de la ira de EE.UU. y Arabia Saudí si adoptan posturas contrarias frente a la crisis siria", detalló el domingo Al-Asad.

En conversaciones con una delegación del Frente Árabe Progresista (FAP), mantenidas en Damasco, capital siria, Al-Asad evitó ofrecer detalles al respecto, pero sí agradeció la postura de Estados árabes como Irak, Omán y Argelia por su apoyo al Gobierno sirio.

"El primer ministro de Irak, Haidar al-Abadi, mantiene una estrecha cooperación y colaboración con Siria", subrayó Al-Asad.

En este sentido, desveló contactos telefónicos 'no oficiales' de algunos países occidentales para expresarle su interés en reabrir sus representaciones diplomáticas en Siria, pero con ciertos límites y restricciones.

"Pero Siria rechaza este tipo de propuestas y solo acepta representaciones diplomáticas en el marco de relaciones normales y claras", consideró el jefe del Gobierno de Damasco.

De hecho, prometió la victoria final de los sirios, pese a todos los obstáculos e inconvenientes que se imponen en su contra; y advirtió de que no habrá ninguna reconciliación entre Damasco y los grupos armados apoyados por partes extranjeras.

"Siria no difiere entre los grupos terroristas y cree que la única forma para enfrentarse con esos elementos es a través del Ejército y las Fuerzas Armadas", destacó.