La inmolación como suicidio se ha recrudecido en 2016 en Marruecos (van más de 10 casos), recordando la mecha que prendió Mohamed Bouazizi.
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© ReutersVarias mujeres gritan eslóganes durante una manifestación del Día de la Mujer en Rabat, en 2015.
El caso de Jadiya, la menor de 17 años que se inmoló tras haber sido violada por ocho hombres que quedaron impunes, sigue suscitando reacciones tras conocer la trágica historia que la llevó a acabar con su vida estando embarazada -según reveló la autopsia- el pasado 29 de julio en Ben Guerir, en el centro de Marruecos.

Una petición creada en la web Avaaz y dirigida al Ministerio de Justicia reivindica la importancia de hablar alto para que no suceda de nuevo esta tragedia que ha conmocionado a un país entero y ha atravesado fronteras. "Hoy enterramos a Jadiya. Tenía 17 años. Toda una vida por delante como mujer. Toda una vida para desarrollarse, para crecer, para ayudar a construir un país que respete a sus mujeres", reza al inicio de la petición que ya cuenta con más de 1.400 firmas.

Aunque en el momento de conocer la noticia las autoridades detuvieran a los malhechores que provocaron su muerte, la sociedad marroquí a través de las redes sociales y utilizando hashtags como #RIPKhadiyaSouidi -el nombre de la fallecida- o #MoroccoStopViolenceAgainstWomen -Marruecos, detén la violencia contra las mujeres- pide directamente al ministro de Justicia del reino alauí, Mustapha Ramid, "en el nombre de todas las mujeres que se haga justicia porque cada vez que enterramos una Jadiya en el silencio y en la injusticia, enterramos a todas las mujeres, un proyecto de sociedad y de futuro del país".

"¿Hasta cuándo?"

En este texto escrito por Majda, una ciudadana marroquí, se pregunta: "¿Hasta cuándo nuestras mujeres violadas tienen que morir para que se haga justicia? ¿Cuántas mujeres deben pasar sobre el camino de la justicia, y caer en la desesperación, sin apoyo, y dejar caer sus cuerpos y sus vidas para que le hagamos caso?". Asegura prácticamente en cada párrafo de la petición que "todos somos Jadiya" porque "hasta cuándo vamos a seguir llorando y enterrando a nuestras mujeres violadas".

Jadiya no es el primer caso que se suicida en Marruecos tras no ver una vía de escapatoria al quedar impunes los agresores; y además, chantajearla con difundir por internet la filmación de la violación que tuvo lugar a finales del pasado año. Amina El Filali, de 16 años, se suicidó en 2012 tomándose un matarratas después de que tuviera que casarse con su violador. Este drama movilizó al país entero y "nosotras creíamos que lo habíamos conseguido. Pero no es así", afirma Majda.

La inmolación como forma de suicidio se ha recrudecido en 2016 en Marruecos y son ya más de 10 los casos que se han producido, recordando la mecha que prendió Mohamed Bouazizi que dio lugar a la Primavera Árabe. "Lo que no se puede pronunciar con la palabra, se acaba expresando con el cuerpo", indicaba a El Mundo el psicólogo Mahmoud Jafar.

En una tribuna publicada en el Huffington Post, el doctor Zouhair Lahna recuerda un sermón de un imán en Marruecos diciendo que "el suicidio es ilícito en el islam y que aquél o aquella que lo realizase iría al infierno. Sin embargo, él omitió decirnos cómo luchar contra las injusticias y que llevan a realizar este acto de desesperación y de humillación. Además, el nos aconsejó la paciencia frente a la injusticia".


Comentario: Sin comentarios.


La sociedad marroquí no ha perdido las fuerzas para seguir luchando contra esta lacra donde la justicia olvida y calla a las mujeres.