© DesconocidoUnos niños encarcelados en Nauru portan pancartas, pidiendo su liberación.
Los documentos de Nauru muestran como nunca antes la violencia, los abusos sexuales, los intentos de autolesión, la pedofilia y las condiciones de vida que llevaban los solicitantes de asilo bajo el Gobierno australiano.
Más de la mitad de los incidentes involucran a menores de edad, a pesar del hecho de que los mismos solo componen el 18 por ciento de los detenidos en Nauru, durante el tiempo cubierto por este informe.
El rotativo británico ha difundido, asimismo, un video, en el que aparecen unas adolescentes contando la inhumana situación en el centro de detención en Nauru, e insisten en que simplemente quieren su libertad y una educación adecuada.
Según el informe, casi 1200 hombres, mujeres y niños que buscaron asilo en Australia, fueron transferidos por la fuerza a Nauru, un estado de Micronesia situado en el océano Pacífico central, y allí están sufriendo "abusos graves, tratamientos inhumanos y abandono".
Un informe médico de la Comisión de los Derechos Humanos de Australia ha detallado que el 95 por ciento de los niños en los centros de detención muestran el riesgo de trastorno de estrés postraumático.
Gillian Triggs, comisaria de Derechos Humanos de Australia, ha reaccionado respecto a este tema diciendo que se necesita la atención del público con el fin de que el Gobierno cambie su política de detención, y ha destacado la importancia de los medios de comunicación en este caso.
Estos informes han salido a la luz unas semanas después de que la revelación de un video causó la fuerte indignación de los australianos y también del mundo: la grabación muestra los abusos físicos que cometen guardias del centro de detención juvenil Don Dale, en el norte de Australia, contra menores encarcelados.
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Comentario: Nada más triste y perverso que el abuso a los miembros más vulnerables de nuestra sociedad: los niños. Esperemos que el hecho de que estas atrocidades salieron a la luz ayude a que estos niños sean liberados y se les brinde la atención necesaria para sanar las heridas que quedarán por lo que han vivido en estos centros de detención.