Rusia impidió un masivo ataque que la OTAN tenía planeado dirigir contra Siria, destaca el ministro ruso de Defensa.
putin jedi
© Sott.netSu lucha incansable por la paz y la libertad se equipara a la de la mítica Orden Jedi
En 2013, EE.UU. acusó a Damasco de utilizar armas químicas contra la población civil; alegación que podría haber propiciado una invasión estadounidense a Siria. Pero, Rusia persuadió a Washington para esclarecer la controversia y propuso una iniciativa que consistía en la destrucción de esas armas existentes en el país árabe; algo que debía finalizar en 2014.

Posteriormente, se puso en marcha un plan en Siria para el desarme químico, gracias a la manifiesta voluntad del Gobierno de Damasco, que mostró su rechazo al uso de las armas químicas al convertirse, el 14 de octubre del 2013, en miembro pleno de la Convención sobre Armas Químicas (CAQ).

"¿Qué habría pasado si nuestro presidente (Vladimir Putin) no hubiera podido persuadir [a sus homólogos en otros países] y llevar a cabo la idea de la entrega y la destrucción de las armas químicas?", ha inquirido este lunes Serguei Shoigu, ministro de Defensa de Rusia.

Con "unos 624 misiles de crucero", la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) estaba lista para "realizar al cabo de unas 24 horas" un ataque masivo contra Siria, ha dicho el ministro al referirse a la situación antes del inicio de la operación rusa.


Comentario: Apenas podemos imaginar el calamitoso desastre que hubiera resultado de semejante intervención. Decenas de miles de civiles muertos, un país en ruinas, y la voracidad de horror y miseria de EE.UU. satisfecha al extremo. Creemos que la historia no está dando a la aparición de Vladimir Putin en aquel entonces los galardones merecidos. Fue su determinación e inteligencia lo único que se interpuso para evitar otro Irak u otra Libia.

El Comité de los Premios Nobel otorgó en el año 2013 la presea de la paz a la OPAQ (Organización para la Prohibición de las Armas Químicas) como una tímida e infantil revancha contra aquella "afrenta" cuando claramente, si viviéramos en un mundo realmente civilizado y justo, este premio sin discusión debió haber sido otorgado a Vladimir Putin. Niall Bradley lo expresó elocuentemente en años atrás:
Si el Premio Nobel de la Paz es otorgado a los trabajan por la paz y contra la guerra, entonces seguramente los galardones de este año debieron haber sido entregados a Vladimir Putin y el gobierno de Rusia. Fue sólo gracias a la iniciativa de los diplomáticos Rusos, los cuales propusieron persuadir a Siria de entregar sus armas químicas a cambio de que EE.UU. desistiera de sus intenciones de bombardear el país, lo que evitó la guerra.

En vez de esto, vemos que premian a una supuesta "entidad neutral", una organización internacional de la que poco se había oído hasta el momento en que se volvió útil como palanca para inventar una "causa justa" con el fin de desarmar a Siria. Existe también una interesante y significativa historia de fondo de la OPAQ.
EE.UU. y los lobos sedientos de sangre que planifican la agenda política del Imperio nunca van a perdonar al presidente ruso por haber evitado aquella masacre, pero nosotros, los hombres que aspiramos a un mundo justo y pacífico, estaremos eternamente agradecidos a quien fue capaz de enfrentar las huestes infernales imperiales y sin derramar una sola gota de sangre salvar la vida y el futuro de miles de seres humanos.


Hablando a la cadena local Rossiya-24, el titular de la Defensa ha asegurado que de haber asestado un golpe tan fuerte, habría sido extremadamente difícil recuperar la estructura del Gobierno de Damasco, tal y como informan medios rusos.

Desde septiembre de 2015, y a petición oficial del presidente sirio, Bashar al-Asad, Rusia está llevando a cabo una campaña militar coordinada con las Fuerzas Aéreas sirias contra EIIL (Daesh, en árabe) y otras bandas terroristas que operan en el territorio del país árabe.