El incidente tuvo lugar mientras un grupo de católicos rezaba frente a la catedral de Santa Rita en París.

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© Youtube / Pierre Zoubir
Un grupo de católicos fundamentalistas rezó esta semana en plena calle frente a la parisina catedral de Santa Rita para protestar por su clausura. Pero lo que debía ser una oración pacífica se convirtió en un drama después de que uno de los católicos que rezaba noqueara de un solo golpe y sin razón aparente a un viandante que se aproximó al grupo.


Comentario: Imaginamos que a este cristiano se le olvidó, o nunca entendió, un concepto muy cristiano como el perdón y la tolerancia.


En el video publicado en Youtube se ve cómo un hombre se acerca el grupo de personas que protesta frente al templo para observarlos. No parece abrir la boca, pero uno de los individuos que reza se levanta y, sin mediar palabra, le da un puñetazo en la cara que lo tumba sobre el piso. La víctima, que no espera el golpe, se derrumba suelo y pierde la consciencia. Estando en el suelo recibe más golpes del mismo individuo.


Comentario: Lo mas irónico de todo este asunto es que muchas personas dicen que viven su vida respondiendo constantemente a la pregunta ¿qué haría Jesucristo?. No sería erróneo suponer que la figura de Jesucristo presentada en la mayoría de iglesias no lo dibujarían como una persona que golpeaba a los transeúntes sin razón alguna.


En apoyo del autor del certero 'gancho', el autor del video publicado afirma que la víctima del ataque estaba interrumpiendo al grupo por "poner la música en su móvil demasiado alta". Por el momento no se sabe si la víctima sufrió daños graves o si alguien ha sido detenido, informa L'Express.

La catedral de Santa Rita había sido templo galicanista -católicos tradicionalistas no reconocidos por el Vaticano- y fue vendida a una compañía de bienes raíces por 3,4 millones de dólares. Echó el cierre en abril de 2015. El templo fue escenario de disturbios el pasado 2 de agosto, cuando la Policía francesa arrastró por la calle al sacerdote, que protestaba con una veintena de fieles por el cierre del mismo.

El incidente tuvo lugar solo horas después del funeral del padre Jacques Hamel, apuñalado por dos terroristas del Estado Islámico mientras celebraba misa en su parroquia de San Esteban de Saint-Étienne-du-Rouvray el 26 de julio de 2016.