El primer ministro turco, Binali Yildirim, declaró al periodista Mustafa Karaalioglu que su gobierno presentó a sus interlocutores iraníes un enfoque en 3 puntos sobre la cuestión siria:
turquia
  • Mantener la integridad territorial de Siria (lo cual significa impedir la creación de un nuevo Estado en el norte de la República Árabe Siria, dado que Ankara ya no controla a los kurdos sirios, que ahora luchan entre sí);
  • Evitar el predomino de una etnia o de una confesión sobre las demás (lo cual implica mantener en el poder al partido laico Baas y al presidente Bachar al-Assad);
  • Organizar el regreso de los refugiados que se encuentran en Turquía (o en todo caso de una parte de ellos, ya que algunos - de confesión sunnita y contrarios a la República Árabe Siria - recibieron apartamentos especialmente construidos para ellos en zonas turcas pobladas por los kurdos.
Este tercer punto no anticipa la adopción de una decisión similar sobre los sirios refugiados en Líbano y Jordania, donde la decisión no pertenece a esos Estados.

Este enfoque positivo es similar al que Turquía defendió al principio de las negociaciones de Ginebra, pero que no correspondía a la realidad de la política turca en el terreno.