Sin embargo, según publica este martes el diario Última Hora, al parecer el canciller tuvo un desliz respecto a su edad y en realidad tenía entre 26 y 31 anos durante el período álgido del Plan Cóndor, pues nació el 17 de marzo de 1949, y estaba en la Cancillería como funcionario.
Para exponer la contradicción de Loizaga, el reporte periodístico se remite a documentos de la Comisión Verdad y Justicia, creada por petición de la sociedad civil al Congreso —en particular, de las asociaciones de víctimas de la dictadura y organismos pro derechos humanos—, tras la caída de la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989).
Según un documento de la mencionada Comisión, el ministro inició su carrera durante el régimen dictatorial como funcionario del servicio exterior, para luego ser secretario privado del expresidente Andrés Rodríguez (1989-1993).
Una de las piezas esgrimidas menciona a Loizaga como uno de los promotores y colaboradores en la elaboración del acta preparatoria del XII Congreso Anticomunista Latinoamericano del año 1979, además de ser integrante de la Liga Anticomunista.
Delcy Rodríguez aseguró el pasado viernes que el canciller juega un "triste papel" en el Mercado Común del Sur (Mercosur), en referencia a lo que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, calificó de "triple alianza" entre Paraguay, Brasil y Argentina, por enfilarse contra Caracas para evitar que el país bolivariano asuma la presidencia pro témpore del organismo.
"Ayer, funcionario del Plan Cóndor... Hoy, miembro de la Triple Alianza, reedita triste papel antisuramericano", apuntó la canciller contra Loizaga.
Paraguay, Argentina y Brasil se han opuesto a que Venezuela ejerza la presidencia temporal del Mercosur, que se entrega automáticamente cada seis meses por orden alfabético de sus Estados miembros, y argumentan que el Gobierno venezolano no ha cumplido sus compromisos con el bloque económico y que registra una ruptura del orden democrático.
Comentario: Con estas aves de rapiña en Latinoamérica ningún país así llamado progresista tiene esperanzas de ser duradero. El problema aquí siempre ha sido el conflicto de intereses, unos abogan y actúan para favorecer la soberanía de los pueblos de América Latina y otros se alinean a los dictámenes de sus amos en EEUU. Sería extremadamente necesario filtrar los gobiernos de cualquier "agente" que vaya en contra de los intereses soberanos del pueblo, ya que constituyen una especie de 5ta columna que sabotean cualquier intento de progreso. Tenemos un ejemplo muy claro de esto en Brasil, con el impeachment de Rousseff encabezado por el informante de la CIA Michel Temer.