Washington ha apoyado la operación militar turca en Yarabulus, norte de Siria. Ahora, cuando las Unidades de Protección del Pueblo kurdo (YPG) abandonan Manbij, EEUU podría tratar de dividir el norte de Siria en varias zonas controladas por diferentes jugadores, afirma Leonid Isáev, analista político ruso, citado por el diario Svobodnaya Pressa.

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© REUTERS/ Stringer
El 25 de agosto el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, aseguró en una conversación telefónica al ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, que las fuerzas de autodefensa de los kurdos sirios se retirarán hacia el este del Éufrates.

Anteriormente y justo después de que Turquía pusiera en marcha la operación Escudo del Éufrates en Yarabulus, el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, durante su visita a Ankara exigió a las fuerzas kurdas de Siria retirarse hacia el este desde el Éufrates si querían recibir el apoyo de Washington. Los representantes de las YPG dijeron que su misión en Manbij se había completado y anunciaron su retirada de la ciudad.


Comentario: Si los kurdos tan sólo supieran que para Washington el concepto de "apoyo" carece de valor objetivo, sabrían que Washington podría suministrar apoyo hoy, solo para suministrar bombardeos dentro de un mes.


Según el portal Al Masdar Noticias, actualmente Washington no quiere el avance de la coalición kurdo-árabe —las Fuerzas Democráticas de Siria (SDF)— hacia el oeste. Por lo tanto, EEUU presionó al grupo y obligó a las YPG a retirarse a la orilla oriental del río Éufrates.

Muchos expertos internacionales señalaron que la operación turca en Yarabulus está dirigida, en primer lugar, contra los kurdos. También sugirieron que la operación se había acordado con los principales actores de la región, entre ellos Rusia, Irán y el Gobierno sirio.


Comentario: Sin embargo, estos gobiernos, con la excepción de Irán, se han pronunciado de forma directa e indirecta en contra de las operaciones turcas. Lo que no significa que lo no hubiesen sabido con antelación. Al día de hoy, es muy difícil interpretar que lado juega Turquía y cuales son sus objetivos. Así como saber si fue un movimiento espontáneo y autónomo o fue coordinado con alguien más con la intención de manipular ya sea a Washington o a Rusia/Irán. Veremos.


Al mismo tiempo, la postura de Washington en la situación actual sigue siendo poco clara, especialmente a la luz de las demandas a los kurdos para que se retiren, afirma el analista.

Después de que EEUU admitió la operación turca en Yarabulus, algunos expertos opinaron que la medida tenía por objeto impedir el aumento de la cooperación táctica entre Ankara y Damasco, así como supervisar la operación con el fin de evitar enfrentamientos a gran escala entre las fuerzas turcas y kurdas.

Tras la liberación de Manbij de Daesh —grupo terrorista proscrito en Rusia y otros países— todo indicaba que los kurdos, apoyados por los estadounidenses, se dirigirían hacia Afrin a través de Al Bab para interconectar cantones kurdos, sostiene Leonid Isáev.

"Con el inicio de la operación turca, la situación iba desarrollándose de manera que parecía que íbamos a ver una carrera de Al Bab: quiénes vendrían primeros, ¿los turcos o los kurdos? Además, ambos están respaldados por la coalición internacional bajo los auspicios de EEUU, precisamente cuando están luchando contra Daesh", señala el experto.
"Ahora, cuando las YPG, bajo la presión de Estados Unidos, abandonan Manbij, es probable que con la mediación de EEUU el norte de Siria quede dividido en zonas de influencia".
"Para los estadounidenses es importante evitar enfrentamientos a gran escala entre sus aliados. Creo que EEUU seguirá maniobrando entre los turcos y los kurdos, tratando de mantener las relaciones con ambas partes. Digamos que Moscú está tratando de desempeñar un papel mediador entre el régimen sirio y los turcos, mientras tanto, Washington lo hace entre los kurdos y turcos", concluye.