La violencia de los últimos enfrentamientos armados entre bandas de narcotraficantes y las Fuerzas de Seguridad mexicanas han convertido a Tamaulipas en un campo de batalla.


Una reunión clandestina entre sicarios de una banda de narcotraficantes derivó el pasado 26 de agosto en una auténtica batalla campal con las Fuerzas del Orden que dejó al menos cuatro muertos y diez heridos en medio de intensos tiroteos por las calles de la localidad de Miguel Alemán, en el Estado mexicano de Tamaulipas, informan medios locales.

NARCO MÉXICO
© Jorge Duenes/Reuters
Según explicó el Gobierno de Tamaulipas, los sicarios recibieron el soplo de que un convoy de la Policía Estatal patrullaba la zona y, a bordo de una camioneta blanca, emboscaron a los agentes. Primero lanzaron un tanque de gas en mitad de la carretera por el que pasaban los policías, luego lo hicieron detonar para cerrarles el paso y, acto seguido, los atacaron con sus armas y granadas.


Mientras los uniformados y los sicarios intercambiaban disparos, refuerzos militares y policías federales acudieron al lugar de la escaramuza, que desencadenó una ola de persecuciones y tiroteos por toda la ciudad de Miguel Alemán, dejando cuatro criminales abatidos por las Fuerzas de Seguridad. Cinco policías sufrieron quemaduras graves.


Los combates se extendieron hasta la ciudad de Camargo, a donde se dirigieron fuerzas militares mexicanas en busca de los supuestos autores del tiroteo.

Los colegios de la zona y muchos comercios cerraron todo el día desde el momento en que estallaron los enfrentamientos. Entre las personas heridas por los disparos figura un joven estudiante que fue alcanzado en una pierna por una bala perdida.


Desde enero hasta julio de este año han sido asesinadas en México al menos 12.376 personas, siendo julio uno de los meses más sangrientos con 2.073 asesinatos. En total, en lo que va del sexenio del presidente Enrique Peña Nieto se han registrado más de 68.400 homicidios, según cifras oficiales.