Desde que comenzaron los bombardeos de la coalición saudí en Yemen en marzo de 2015, más de 10.000 civiles han muerto.

Gracias a los más de 3.000 millones de libras que Reino Unido ha vendido en armas a Riad. Ante las acusaciones de que estas armas están masacrando a la población yemení.
Yemen wall painting
© Khaled Abdullah
El régimen de Arabia Saudí, inmerso en una brutal guerra contra Yemen, se encuentra con nuevos frentes diplomáticos a la hora de mantener su acceso a las armas americanas y británicas. Tras el anuncio de una comisión parlamentaria para frenar la venta de armas a los saudíes, por las alegaciones de que han sido utilizadas en la matanza de civiles en Yemen, Riad ha redoblado sus esfuerzos para asegurar el flujo de armamento.

Theresa May, primera ministra británica, sigue los pasos de sus predecesores, mirando hacia otro lado, ante las evidencias de que las armas británicas son utilizadas para cometer crímenes de guerra. La primera ministra, afirma que la inteligencia que reciben por parte del gobierno saudí lo convierten en la opción más segura para el Reino Unido.


Comentario: Obviamente ella esta hablando en términos puramente económicos. La "inteligencia" a la que se refiere Theresa May es el libro de contabilidad del gobierno saudí; en éste está escrito que Riad tiene mucho dinero que quiere gastar en armas.



Sin embargo, la cercanía saudí al grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), tanto geográfica como culturalmente, hace temer a Occidente que Riad pueda estar jugando en ambos bandos.

Según datos de las Organización de las Naciones Unidas (ONU), más de 10.000 civiles yemeníes han muerto en los 18 meses de conflicto en los que la coalición liderada por Arabia Saudí invadió Yemen. Esta coalición ha realizado en numerosas ocasiones bombardeos y ataques indiscriminados contra civiles.