"Su comportamiento es muy diferente al de otros meses y años, y entre los posibles escenarios destaca el de una evolución eruptiva que la lleve a ser superior o similar que la registrada en 1913", dijo a medios el vulcanólogo Carlos Navarro, uno expertos que estudian al coloso.
Desde la mañana del martes el volcán mostró su fuerza al emitir al menos 35 exhalaciones y explosiones, que se traducen en enormes columnas de humo y ceniza, de más de 2,000 metros (más de 6,561 pies) de altura.
Expertos dicen que en esta etapa, las fumarolas contienen menor porcentaje de gas y mayor cantidad de ceniza.
"Ha disminuido ligeramente, todavía tenemos sismicidad asociada a derrumbes, lo que vamos a empezar a ver son plumas de ceniza oscuras, las cuales están ya destruyendo parte del domo de lava", dijo Raúl Arámbula Mendoza, director de la Red Sismológica de Colima.En los municipios y comunidades jaliscienses cercanos al volcán, como Quesería y Montitlán, las autoridades han extremados precauciones y desde septiembre refuerzan el equipamiento de rescate y primeros auxilios.
En los municipios de Zapotiltic y Zapotlán el Grande, la Secretaría de Educación de Jalisco suspendió las actividades al aire libre.
Mientras que en los municipios de Comala y Cuauhtémoc, en el estado de Colima, mantienen el semáforo en alerta.
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