La finalización del proyecto fue anunciada por el ministro ucraniano de Energía y de Minería de carbón, Ihor Nasalyk, quien explicó que el proyecto empezará a funcionar en el 2017, según recogen los medios del país. El funcionario subrayó que los reactores de las centrales nucleares han dejado activamente de usar combustible proveniente de Rusia debido a la introducción de un nuevo combustible producido por la empresa norteamericana Westinghouse.
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El reemplazo de combustible ruso por el norteamericano está directamente relacionado con la creación del embalaje nuclear, ya que es la única manera en que Washington puede planear el suministro masivo de su combustible a Ucrania sin tener que llevarlo de vuelta a EEUU o a Europa, subraya el artículo del diario ruso Vzglyad.
Sin embargo, "por lo visto se está preparando la infraestructura para el almacenamiento de residuos extranjeros. En otras palabras, se está hablando de convertir a Ucrania por decisión de su Gobierno actual en un 'basurero nuclear'", explicó Vitali Churkin, representante de la Federación rusa ante la ONU.
En ese sentido vale la pena recordar que EEUU y Europa no permiten la llegada a su territorio de combustible nuclear de terceros países para ser almacenado. En ese sentido, se puede subrayar la diferencia con el enfoque ruso, que vendía combustible a Ucrania y, después de utilizado, lo almacenaba en territorio ruso.
Los expertos también han subrayado que el proyecto ucraniano es experimental, ya que las tecnologías usadas en EEUU y Europa son completamente diferentes. En este sentido, se pone en riesgo la seguridad del río Dniéper, aledaño a la construcción, y por lo tanto a la población de Kiev y de media Ucrania, que recibe agua de este río.
En conclusión, para muchos expertos, el ahorro en materia económica por parte de Ucrania, le puede salir caro en otros ámbitos, incluido el ecológico.
Comentario: Igual de caro a como le ha venido saliendo haberse alineado con Washington. No sólo se encuentra completamente en bancarrota, sino en una situación antagonista con su vecino y aliado más cercano, además de en medio de una guerra civil en la que una gran parte de su población no reconoce al gobierno central en Kiev (con justa razón).