La reciente visita del presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, a China apenas se discute en EEUU. No obstante, este país, que nunca se ha considerado influyente, está a punto de destruir por completo toda la política de la "superpotencia" en la región del Pacífico, reflexiona el columnista de la agencia MIA Rossiya Segodnya, Dmitri Kósyrev.
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© oto: US Air Force / Dennis Sloan

Eliminar la amenaza

El "rabioso y notable" Rodrigo Duterte —también conocido como Rody— declaró en Pekín que ha llegado la hora de decirle "adiós" a EEUU. Sin embargo, no queda claro qué exactamente significan estas palabras, señala el autor. No hay información sobre la ruptura de los acuerdos militares entre Filipinas y EEUU.
"Por otro lado, ¿para qué lo necesitan ahora? En Pekín, Duterte evitó la única posible amenaza para su país: un conflicto con China".
El autor recuerda que durante los últimos cinco años EEUU se ha empeñado en provocar un conflicto entre estos dos países por la disputa de unas islas en el mar de la China Meridional.

No obstante, ahora en Pekín se ha acordado que ninguna de las partes rechaza su visión de las fronteras marítimas, pero se ha creado un comité de monitoreo de la situación y de arreglo de disputas, además se celebrará un acuerdo sobre la pesca en dichas aguas.
"De esa manera, dos países han enseñado a toda la región y el mundo cómo hay que comportarse en caso de que alguien tenga distintos mapas marítimos".
No hay más disputas territoriales. Pero precisamente en estas disputas y controversias similares se basaba toda la política de Barack Obama (o mejor dicho, Hillary Clinton) en la región, enfatiza el columnista.


Comentario: Además de haberse pronunciado como si de hecho conocieran los deseos de Filipinas al respecto, Washington contaba con un conflicto entre los dos países. De esta manera podría adherirse a viejos acuerdos y justificar su presencia militar en aguas a miles de kilómetros de las costas norteamericanas.


Océano Pacífico: ¿mar estadounidense?

A través del mar del Sur de China pasa hasta el 48% del comercio mundial. Los chinos tienen todo el derecho a establecerse en la región, pero Washington debe "presionar" a Pekín en respuesta, declaró Hillary a los banqueros, recuerda Kósyrev.
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© REUTERS/ NG HAN GUANRodrigo Duterte, presidente de Filipinas, y Xi Jinping, presidente de China.
Y comenzó el "giro hacia el Este": en 2010, Hillary presentó la idea de que era necesario proteger de China la "libertad marítima" en ese mar.


Comentario: En este caso, "libertad marítima" significa "hegemonía de EEUU" en ese mar.


En una consiguiente violenta disputa con los líderes chinos, Hillary les dijo que si se seguía la lógica china, EEUU debería declarar todo el océano Pacífico "mar estadounidense" y controlarlo desde California hasta las Filipinas.

EEUU intentó también "presionar" a China indirectamente, por ejemplo, a través de las Filipinas. Una de las razones es que el fundamento de la fuerza económica de China se encuentra, sobre todo, en la región ubicada al sur de China, es decir, el sudeste de Asia.
"¿Y ahora qué? Un país, las Filipinas, se liberó del bucle. Pero no solo uno".
El autor cita a los expertos regionales que opinan que los estrategas de Obama han subestimado el arte de la diplomacia china, y por lo tanto, la posición de EEUU en la región está cambiando.

"La idea de que el "giro asiático" lo saluden todos los países de la región, acabó "en el cementerio". ¿Por qué? Porque EEUU plantea así la cuestión a los países asiáticos: o estás con nosotros o contra nosotros. Mientras que los países quieren exactamente lo contrario: comunicarse tanto con China como EEUU. Lo que, de una manera peculiar, está haciendo ahora Rody".

Acuerdos y asociaciones

Según el columnista, el acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica impone a ciertos países de la región las reglas de la actividad económica estadounidenses en lugar de las chinas.
"Está firmado, pero ¿cómo lo va a ratificar el escéptico Congreso, si en esta asociación aparece Duterte, que insulta a la madre del presidente Obama, entre muchas otras cosas?"
Además, diez países de Asia Sudoriental forman la ASEAN. Antes China lograba eliminar las palabras de EEUU sobre el Mar del Sur de China de cualquier documento de la ASEAN, basándose únicamente en uno o dos vetos de los países cercanos, por ejemplo, Camboya y Laos. Mientras tanto, dos países, que actuaban en la ASEAN según el plan estadounidense, eran las Filipinas y Vietnam.
"Por cierto, en primavera de este año, Pekín acordó con Vietnam prácticamente lo mismo que ha acordado ahora con las Filipinas, es decir, ha mitigado el conflicto".
Otros países de la región intentaron mantener la neutralidad. Sin embargo, EEUU además discutió con las autoridades militares de Tailandia.

Problema heredable

Los expertos filipinos consideran que EEUU simplemente es incapaz de percibir la esencia y el sentido de la nueva política del país, por eso la administración saliente de Obama dejará este problema a los herederos.

Si es Clinton, tendrá que iniciar una política "de respeto y reconciliación" con Duterte, opinan los especialistas de Singapur.


Comentario: Aunque a juzgar por lo belicista que es Clinton, no sería extraño que se comportase de una forma extremadamente agresiva en contra de China. Además, Hillary ha vendido innumerables favores a intereses globales, favores que deberá pagar una vez sea presidenta de EEUU, si es que lo consigue.


Pero si Trump es electo, serán amigos con Duterte, dice Kósyrev.
"Está claro que el fenómeno filipino es una casualidad. Es un país que durante toda su historia no ha influido de ninguna manera en la política global y se ha considerado como un enclave especial estadounidense en Asia. Pero precisamente este país es una gota capaz de destruir toda la estrategia de EEUU en una región importante", concluye el autor.